La pesadilla de Rafita esta temporada con las lesiones parece no tener fin. Las pruebas a las que se sometió el martes revelaron ayer que el lateral sufre «una rotura de la placa plantar de la articulación metacarpofalángica del segundo dedo del pie derecho», lo que le tendrá apartado de los terrenos de juego, al menos, durante las tres próximas semanas. Vicente Mir no podrá contar con una pieza fundamental en su esquema para los partidos contra Eldense, Olímpic y Cornellà, tres encuentros vitales en la lucha del Hércules por clasificarse para la promoción.
Las lesiones están penalizando esta temporada en exceso a Rafita, un jugador que no presenta un currículum con grandes percances físicos y que la campaña anterior ofreció un rendimiento óptimo. Estos problemas están poniendo también a prueba la resistencia psicológica de un futbolista que lucha por alcanzar la regularidad tras haber disputado apenas un tercio de los minutos este curso.
La nueva lesión de Rafita aviva otro incendio en el Hércules, ya que desde el club existe un enorme malestar con los servicios médicos. El balear se había sometido con anterioridad a dos resonancias que descartaban que sufriera ningún tipo de problema óseo. Los galenos no han hallado la rotura hasta la tercera prueba, lo que ha supuesto una enorme pérdida de tiempo con un fijo en el once blanquiazul cuando la temporada encara su recta decisiva.
Con la intención de esclarecer el caso Rafita, la dirección deportiva del Hércules mantendrá esta mañana una reunión con los servicios médicos durante el entrenamiento que la plantilla de Mir llevará a cabo sobre el césped del Rico Pérez. Los técnicos blanquiazules trasladarán su enfado a los doctores del mismo modo que les pedirán explicaciones por las pruebas fallidas y el tiempo que se ha perdido en encontrar la lesión. La tardanza en dar con la fractura ha provocado que hasta se haya llegado a poner en entredicho al lateral, que seguía sufriendo dolor mientras los informes médicos descartaban el percance.
Rafita lleva arrastrando molestias desde principios de mes. Hace tres jornadas, cuando el Hércules visitó al Atlético Baleares, el jugador tuvo que afrontar el encuentro entre algodones. Pese al dolor fue capaz de completar una gran actuación. Tras pasar una semana prácticamente en reposo, el lateral diestro se infiltró para jugar contra el Valencia Mestalla. Apenas pudo aguantar en el césped y tuvo que ser sustituido en los primeros compases del duelo contra el filial valenciano.
El sainete continuó la semana pasada. Rafita se sometió a otra prueba en la que tampoco se encontró lesión. El Hércules trazó un plan específico de recuperación para el futbolista al no haber competición la pasada jornada por la retirada del Huracán. Tras tres días de descanso la plantilla volvió al trabajo el martes. El balear entrenó al margen junto a Javi Flores y volvió a notar dolor en su pie, lo que obligó a hacerle una nueva resonancia. Ha sido esta última prueba la que ha revelado la fractura y la que ha detonado el malestar con los servicios médicos.
El doctor del Hércules, Diego Gómez, ofreció ayer su versión. «Es una lesión muy difícil de detectar por la zona en la que se encuentra», se justificó el médico del conjunto blanquiazul.
Al margen del entuerto con los galenos, la baja de Rafita supone un grave contratiempo para Mir cuando el Hércules se juega el playoff. El entrenador no tiene un recambio natural en la plantilla y el domingo confiará en el zurdo Connor James para afrontar el derbi contra el Eldense. El técnico valenciano maneja otras alternativas y una de las que más le gusta es la del canterano Víctor Olmedo, futbolista del juvenil que ya ha trabajado con el primer equipo.
La opción que Mir descarta de momento es la de volver a retrasar a Chechu Flores al lateral. No es que el entrenador esté descontento con el rendimiento que Chechu ha ofrecido en defensa pero considera que es el jugador que más diferencias marca en ataque y no quiere privar al equipo de su talento ofensivo. De hecho, el entrenador probó ayer en Fontcalent con el catalán como mediapunta, alejado de la banda, para darle más presencia cerca del área rival.
