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Ramonzuelo, el primer alicantino que salió en los cromos

El jugador inauguró el estadio de Bardin con la camiseta del Hércules y Altabix con la del Elche

Cromo de Ramonzuelo.

El sonido terrorífico del hueso roto se escuchó nítido en las primeras filas del coqueto estadio de Bardin. Corría el minuto 78 de un encuentro amistoso entre el Hércules y el Alavés, disputado en 1933, cuando Euskalduna, un fornido defensa que hizo carrera en el Sevilla, entró con fuerza para disputar una pelota. Ramonzuelo, destacado jugador alicantino que llegó al Hércules como refuerzo de lujo tras su paso por el Europa, se retorció de dolor sobre el césped de la 'bombonera' de Princesa Mercedes. La dura entrada partió la pierna del centrocampista herculano, que salió del campo con rotura de tibia y peroné.

La escena provocó tal estupor que el árbitro y ambas escuadras acordaron dar por finalizado el partido en ese instante. Aquel día, Ramón García Martínez, nacido en Alicante el 6 de noviembre de 1905, veía interrumpida una brillante carrera que le había llevado a la cima del balompié con, entre otras cosas, el honor de ser el primer alicantino en jugar en Primera División.

Ramonzuelo comenzó a destacar como futbolista del Círculo Bellas Artes de Alicante por los años veinte. Sus cualidades no pasaron desapercibidas para los técnicos del Natación, club puntero del deporte del balón en Alicante por aquella época. Con el Natación, entidad poderosa dirigida por empresarios bajo la bandera del Real Club de Regatas, Ramonzuelo se proclamó campeón del campeonato regional de Levante de la temporada 1923-24.

Posteriormente pasó al Elche CF, que redimió su cuota militar y le asignó un sueldo fijo, dato relevante dado que corrían los primeros tiempos hacia el fútbol profesional. En el club ilicitano también dejó su sello al convertirse en el autor del primer gol anotado en el estadio de Altabix un 17 de octubre de 1926.

En la temporada 1927-28, el jugador alicantino militó en el Levante Unión Deportiva y una campaña más tarde, 28-29, se convirtió en uno de los futbolistas que pasaron a la historia por disputar la primera temporada de la Primera división española.

Lo hizo con el Deportivo Europa, una entidad que en aquellos años veinte destacaba como segundo club de Cataluña, por detrás del FC Barcelona, pero por delante del Español. Años antes, este club catalán había llegado a disputar la final de Copa ante el Athletic, perdiendo por 1-0.

Con el Europa, Ramonzuelo jugó dos años en Primera, hasta 1930. Tras esa etapa, decidió regresar a su Alicante natal para ingresar en el Hércules, que había tomado el relevo del desaparecido Natación y que apostaba por hacerse un hueco en la elite nacional.

En el club fundado por Vicente Pastor Alfosea, Ramonzuelo estuvo a las órdenes de Alejandro Finning, Walter Harris y Lippo Hertzka, tres técnicos que llegaron a Alicante para impulsar al equipo herculano.

Con el británico Finning, se proclamó campeón del grupo cuarto de Tercera División, pero no consiguió el ascenso.

Bajo la disciplina del inglés Harris -que también dirigió al Osasuna y al Atlético de Madrid- el Hércules liderado por Ramonzuelo se proclamó campeón de la regional murciana.

Con Lippo Hertzka, un húngaro que entrenó al Real Madrid, Sevilla, Athletic y Benfica entre otros, aquel Hércules que estrenó Bardin con Ramonzuelo en sus filas tampoco pudo saborear el ascenso a Segunda.

La espantosa entrada de Euskalduna le apartó del césped en 1933 y ese mismo año el Hércules le ofreció un partido amistoso con la taquilla para el jugador.

La Guerra Civil (1936-39) anuló la actividad futbolística, pero un año después del fin del conflicto, Ramonzuelo regresó al fútbol en el Oviedo, también en Primera División. Comenzaba la temporada 40-41, y el club asturiano le incluyó en su plantel a pesar de que por entonces el alicantino ya contaba con 35 años. La edad, sin embargo, no pesó tanto como las secuelas de la lesión provocada en aquel choque ante Euskalduna. Ramonzuelo sólo disputó dos encuentros en el viejo Carlos Tartiere y regresó a Alicante.

Años después, el futbolista ingresó en el Hércules como entrenador del equipo juvenil y llegó a dirigir de manera interina al primer conjunto.

Ramón García Martínez falleció en octubre de 1982 en Alicante a la edad de 77 años.

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