Javier García Portillo (Aranjuez, 1982) ve ahora los toros desde la barrera. Miembro de la comisión deportiva, colgó las botas tras una primera vuelta aciaga y en la actualidad pasa más horas en el despacho que en el césped. Aprende a diario junto a Dani Barroso mientras obtiene el título de director deportivo. Incide en la importancia de la cantera y avala el proyecto de Ramírez.
Hace tres meses que colgó las botas, ¿cómo lleva el mono competitivo?
De vez en cuando lo echo de menos porque desde los siete años me he dedicado a lo mismo. Pero la vida son etapas y la de futbolista se acabó. Ahora he empezado otra muy bonita que afronto con ilusión. Tengo muchas ganas de aprender y prepararme.
¿Se hubiera visto en otro trabajo ajeno al fútbol?
La verdad es que nunca lo pensé, tenía claro que quería seguir vinculado al fútbol de alguna manera. El fútbol es mi vida.
Ahora está todo el día junto a los jugadores, algunos de ellos amigos, pero debe mantener una distancia. ¿Cómo lo lleva?
Eso es lo más duro, era amigo de muchos de ellos y ahora estoy en el otro lado. Me gustaría pasar más tiempo con ellos, pero el vestuario es sagrado y ahí los técnicos o directivos tenemos que estar lo menos posible. Les deseamos suerte antes de los partidos y poco más.
¿Cuáles son sus funciones?
Estoy ayudando a Dani (Barroso), que es el director deportivo y colaboro también con Palomino (coordinador de la cantera). Entre los tres hay mucha comunicación, me hacen sentirme importante. También estoy viendo mucho fútbol de cara al futuro y estoy cerca de la plantilla en el día a día.
Barroso lleva 20 años trabajando de director deportivo o secretario técnico, le puede enseñar mucho...
Está claro, tiene mucha experiencia, ha vivido de todo y conoce muy bien la categoría. Le intento ayudar.
¿Seguirá trabajando junto a él la próxima temporada?
Nos entendemos muy bien, pero no sé qué va a pasar. Los dirigentes serán los que decidan qué pasa con la secretaría técnica y el fútbol base.
Este año más que nunca parece que todo está pendiente de si hay ascenso o no...
Pues sí, puede condicionar muchas cosas. Hay mucho en juego en este final de temporada.
De hecho, por estas fechas siempre se ha hablado de renovaciones y por ahora no han hecho movimientos...
En Segunda B hay pocas plantillas con contratos largos porque económicamente no es viable. Nosotros sabemos lo que queremos. En cuanto entremos en promoción empezaremos a hablar con algunos jugadores.
Tras el descenso se produjo una desbandada y dos años después sí hay un bloque sobre el que se puede construir un equipo. ¿Van a intentar conservar esa columna vertebral?
Mi opinión y la de Dani es que los equipos buenos se hacen desde una base afianzada en el tiempo y nosotros la tenemos. Se tiene que acabar eso de hacer 14 fichajes cada verano. En la plantilla hay jugadores que valen tanto para Segunda B como para Segunda.
Esa idea y la de contar con la cantera es la más repetida por los directores deportivos pero luego nunca se cumple...
Yo creo que el Hércules tiene muchísimo potencial dentro de su cantera. No tenemos los medios del Villarreal, Valencia o Levante, pero debemos cuidarla y darle todo el cariño posible, que los jugadores se sientan importantes, valorados y piensen que pueden llegar al primer equipo.
Como Álex Muñoz o Iván Buigues...
De la cantera han salido muy buenos jugadores y ellos son el último ejemplo. La prueba es que muchos equipos llaman a la puerta preguntando por ambos.
El está en una situación casi idéntica a la del año pasado. ¿Es ahora más optimista respecto al ascenso?
Se asemeja bastante: cambio de entrenador, altas y bajas, la primera plaza bastante lejos... Ojalá logremos sufrir menos para no acabar cuartos, sino más arriba y así tener el facto campo a favor.
¿La plantilla es mejor que la de hace un año?
Sí, tiene más potencial. Ya lo pensaba como jugador y ahora, desde fuera, lo tengo claro. He visto a equipos de otros grupos varias veces y no entiendo cómo el UCAM o el Murcia están mejor clasificados que nosotros. También es verdad que ese grupo es más asequible.
¿Cómo lleva eso de la maldición del «nueve» que por momentos perseguía al Hércules?
Fernando y Mariano son delanteros muy diferentes y que han tenido circunstancias especiales. Mariano lleva dos meses y medio lesionado pero está a tiempo de marcar goles en los partidos más importantes. A Mainz le costó ver puerta, pero su trabajo es muy bueno. No hay ninguna maldición, pero tal y como juega el equipo es difícil que los delanteros se beneficien.
¿Le gustaría que prosperara el plan de viabilidad propuesto por Juan Carlos Ramírez?
Ojalá, lo importante es que la ciudad se enganche con el Hércules y vayamos todos en la misma dirección. Hay clubes importantes como el Recreativo que están a punto de desaparecer y eso no nos lo podemos permitir. Ojalá ese proyecto de Ramírez vaya para adelante y el Hércules tenga unas bases sólidas para crecer. Es imposible encontrar empresarios que inviertan en Segunda B.
