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Vicente Mir

«La intensidad y la presión alta son innegociables»

Las dos victorias consecutivas ante rivales directos han devuelto la ilusión al entorno del Hércules

Vicente Mir (Valencia, 47 años) disfruta en el Hércules de la oportunidad de su vida. Tras dirigir a los filiales del Alicante, Elche y Valencia, el técnico está ahora a los mandos de un histórico con urgencias al que sólo le vale el ascenso. De carácter serio y personalidad fuerte, Mir tenía claro que debía dotar al equipo de intensidad y los resultados empiezan a darle la razón tras las victorias ante el Lleida y el Reus.

No puede negar que el 0-3 en Reus (segundo clasificado) no entraba ni en los planes del más optimista...

Es una sorpresa ganar 0-3 en un campo tan difícil, pero viendo como transcurrió el partido no es nada exagerado. Al Reus no le dejamos hacer casi nada, el trabajo defensivo fue sensacional y arriba estuvimos acertados.

Todos los herculanos confían en que estas dos victorias seguidas ante rivales directos (Lleida y Reus) sean un punto de inflexión...

Ojalá. Los dos triunfos tienen mérito porque el Lleida venía de 12 partidos sin perder y el Reus tenía 9 puntos más que nosotros. Esta racha nos da moral y confianza. Pero hay que seguir trabajando duro para lograr el primer objetivo: entrar en la promoción.

Porque el liderato ya es casi imposible tras la derrota (3-1) en su debut ante el Villarreal B. ¿Llegó pronto ese partido?

Allí salimos enchufados, con 10 minutos muy buenos. Pero nos marcaron el 1-0 en una jugada de estrategia y el 2-0 tras una pérdida nuestra, se complicó mucho el partido y perdimos. Es evidente que con el paso de las semanas se va viendo más al Hércules que quiero, pero también insisto en que no había mucho que cambiar porque el equipo jugaba bien.

¿Cuáles son esos nuevos conceptos que ha introducido?

La intensidad y la presión alta son innegociables. Mi idea es ir siempre a por el partido desde el primer minuto, aunque no siempre se podrá conseguir.

En Reus dijo que veía a los jugadores «responsabilizados y sabiendo dónde están». ¿Podría explicarlo?

En estas tres semanas he visto un grupo humano muy bueno, con jugadores que trabajan en equipo y saben que están en el Hércules y lo que ello supone. Todos están enchufados y trabajan con alegría y confianza, aunque a eso ayuda también que empiecen a llegar las victorias.

¿Le ha sorprendido algo del Hércules en estas tres semanas?

Desde que llegué el trato ha sido fenomenal. En cuanto a instalaciones, el club está preparado para estar más arriba y no tengo ninguna queja. Me ha sorprendido que el equipo es como una familia y eso es importante.

Su antecesor Manolo Herrero siempre dijo que soñaba con ver el Rico Pérez lleno. ¿Cuál es el suyo?

Si el campo se llena es porque el Hércules está en Segunda o Primera y ojalá lo pueda vivir como entrenador, pero hay que ir paso a paso. Ahora debemos conseguir más victorias para que el equipo esté aún más cómodo y afianzarnos en la promoción. Y una vez allí ascender sí o sí.

¿Le molestaron los recelos que levantó su fichaje por haber descendido el año pasado a Tercera con el filial del Elche?

La verdad es que yo no leí nada de eso. Es verdad que entrené al Ilicitano tres años y después jugué en el primer equipo otros tres, pero no quiere decir que sea ilicitano, yo soy un profesional que vive de esto. En Elche me han tratado siempre fenomenal, pero también en el Alicante y el Valencia. Ahora estoy contentísimo por estar en el Hércules, para mí es un sueño y lo quiero aprovechar.

¿Por qué ha dirigido sólo a filiales?

Han sido los proyectos que más me han interesado. Este mismo año tuve otras ofertas, pero decidí arriesgarme y esperar al Hércules. El equipo jugaba bien y podía haberme quedado un año en paro, pero al final se dio bien.

En el juvenil del Valencia coincidió con Isco, Paco Alcácer o Bernat. ¿Usted ya tenía claro que iban para estrellas?

Fue una hornada buenísima y quedamos campeones de Liga y subcampeones de España. Te das cuenta de que son jugadores especiales. Isco era de otra galaxia, Paco Alcácer tenía unos movimientos de delantero increíbles. Y también estaban Bernat, Carles Gil, Portu... Todos tienen condiciones , pero también deben tener la suerte de que el club apueste por ellos y el Valencia lo hizo.

¿Le da pena cómo está el Valencia?

Sí, antes se hacían las cosas de manera más seria que ahora. Pero yo no soy del Valencia, ni del Barcelona, ni del Madrid, me gusta el fútbol y es mi trabajo. Ahora soy cien por cien del Hércules.

¿Su mejor recuerdo como futbolista?

El debut en Primera con el Valencia y la buena temporada con el Palamós en Segunda. Pero también sufrí bastante como jugador.

Su hijo Borja juega como delantero en el Yeclano, de Tercera. ¿Se ve algún día entrenándole?

No, no me gustaría. Tiene 22 años, cosas buenas y mucha ilusión por ser futbolista, pero es muy difícil. Si se cuida y trabaja duro puede tener oportunidades. Pero yo nunca ficharía a mi hijo para mi equipo.

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