Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El alcalde entra al palco del Rico Pérez

Echávarri acude por primera vez a la zona VIP del estadio a la que también regresa Enrique Ortiz

Imagen del palco con Gabriel Echávarri, Ángel María Villar y César Sánchez. JOSE NAVARRO

Había cierta incertidumbre por saber si Gabriel Echávarri acudiría al palco del Rico Pérez. Sí lo hizo. Fue la primera vez desde que es alcalde de Alicante que entra en la zona VIP del estadio. Sentado al lado de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, disfrutó de un espectáculo que reunió a casi 30.000 aficionados. También acudió después de mucho tiempo el empresario Enrique Ortiz.

El golazo del alicantino Mario Gaspar fue el colofón a un noche mágica en el Rico Pérez. Fue el momento de mayor excitación de un día que no se olvidará nunca para los espectadores que abarrotaron el estadio. Especialmente para los familiares del futbolista noveldense ubicados en la Tribuna y que vibraron con cada balón que tocaba el jugador del Villarreal en su segunda convocatoria con el equipo nacional.

Ambientazo total desde mucho antes de comenzar el amistoso. La ocasión requería de un gran número de «selfis» con los internacionales sobre el césped de fondo. Con palo y sin palo, pero miles de fotografías en un Rico Pérez que sufrió un lavado de cara y que presentaba un aspecto de lo más saludable, incluso con un marcador novedoso para los fieles seguidores herculanos.

Dos horas antes del encuentro ya había color en las gradas. Momento de disfrutar del pre-partido. Primero con la llegada de la selección española, luego los ingleses y más tarde con los ruidosos seguidores rivales, todos ellos de pie durante todo el partido, tal y como es costumbre en su país. Mucha cara conocida en las gradas, como Julio Salinas, que no faltó a la cita con la selección.

La grada estuvo repleta en un partido internacional entre dos campeones del mundo que convirtió el Rico Pérez en un recinto completamente blindado. Más de 500 efectivos de la Policía dejaron poco margen para los incidentes y todo transcurrió con normalidad, excepto alguna pelea aislada en el Fondo Sur, grada donde se ubicaban los seguidores ingleses. Tampoco hubo invasión al término del encuentro. Perfecta organización de las Fuerzas de Seguridad que evitaron incidentes.

Manolo «el del Bombo» se erigió en protagonista antes de comenzar el encuentro saludando desde el centro del campo a los espectadores como de una estrella se tratara. Un clásico de los partidos de la selección, fue reclamado por un buen número de seguidores para inmortalizar esos momentos.

Con el pitido inicial, todos los sentidos atendían hacía el rectángulo de juego, que lucía un césped perfecto tras los últimos retoques. Los cerca de 3.500 seguidores ingleses ubicados en el Fondo Sur se dejaron escuchar y mucho. En pie, algunos sin camiseta y animando sin parar a su selección durante todo el encuentro. Los españoles disfrutaban con el juego de su selección y con la superioridad manifiesta en el campo. Buena parte de la grada preocupada de comenzar los silbidos en cuanto la tocara Piqué, un comportamiento que se fue suavizando conforme pasaban los minutos.

El golazo de Mario Gaspar aumentó los decibelios del Rico Pérez, aunque no tanto como los watios que sonaron por los altavoces en el descanso del encuentro al son de la música de ACDC y Dire Straits convirtiendo el Rico Pérez casi en una sala de conciertos.

El partido deleitó al público, que disfrutó de la constelación de estrellas y dejó en el olvido las largas colas que tuvo que hacer para conseguir una entrada.

Mucho color rojo en la grada en un día especial. Decenas de medios acreditados, excepcionales medidas de seguridad, afición entregada y un Rico Pérez engalanado. Los minutos pasaban más rápidos que nunca y el primer gol de España hizo crecer mucho más los ánimos. Del carácter amistoso del choque nadie se acordaba. Sí de estar en un momento histórico ante dos campeones del mundo.

Con el pitido final se puso fin a la fiesta. Cierre impoluto. Sin incidentes. Buena parte de la afición despidió el autobús de la selección entre férreas medidas de seguridad. Un día para no olvidar.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats