«Si uno no quiere, dos no se pelean. Y lo último que yo deseo es pelearme con el Ayuntamiento de mi ciudad». Con esa premisa por delante, Enrique Ortiz dejó claro ayer a preguntas de este periódico que si Gabriel Echávarri, alcalde de Alicante, tiene en su agenda un inversor «de garantías, solvente y serio» para conducir y hacerse cargo del Hércules, «yo, Enrique Ortiz, me voy y le dejo paso».
«No hace falta, siquiera, esperar a la subasta que ha anunciado. Se podría buscar fórmulas para acortar los plazos», insistió Ortiz.
«Si el alcalde está convencido de que alguno de los inversores con los que ha negociado reúne los requisitos de seriedad y ofrece seguridad económica para que el Hércules continúe vivo cumpliendo los compromisos de pago que se le exigen, yo tiendo el puente. Me voy y lo dejo. Si el alcalde considera que es lo mejor y más apropiado, no seré yo quien ponga impedimentos. Solo le pido que se asegure que la alternativa que baraja sea solvente porque no podemos dejar que el Hércules corra el peligro de desaparecer por no cumplir con las exigencias que debe hacer frente», continuó el empresario alicantino.
Ortiz subrayó que en este asunto queda a disposición de Echávarri. «Estoy dispuesto a hacer lo que el alcalde considere oportuno o crea conveniente para el club. Si tiene una alternativa seria y quiere que me vaya, me voy; si me pide que me quede hasta diciembre, me quedaré hasta ese momento; si quiere que colabore económicamente con el inversor o inversores que maneja, también. Lo que desee. No voy a entrar en ninguna guerra o batalla con nadie. Y menos con el Ayuntamiento de mi ciudad», insistió el empresario alicantino con una matización: «Es aconsejable y necesario que, si aparece una alternativa viable para entrar en el Hércules, se haga cargo en diciembre, mes en el que hay que planificar y, posiblemente, reforzar al equipo durante el mercado de invierno. Lo lógico es eso. Si ha de haber transición que sea en diciembre. Yo me comprometo a cumplir con los pagos pertinentes hasta esa fecha si finalmente aparece esa alternativa válida».
Ortiz declinó valorar las alternativas que el alcalde de Alicante ha mencionado más de una vez en distintos foros, destacando la posibilidad de que un par de inversores con capital extranjero puedan acudir a la subasta de las acciones del Hércules y del Rico Pérez que, presumiblemente y según ha desvelado el primer edil, podría tener lugar antes de Navidad con un precio de salida de siete millones de euros.
«Si es así y hay un inversor serio dispuesto a dar esa cifra es incuestionable que debe tratarse de una opción seria y a tener en cuenta», se limitó a decir.
«He leído declaraciones del alcalde expresando su preocupación por el hecho de que dejemos sin atender los compromisos de pago hasta que se produzca el relevo que propone. Ante ello, quiero dejar claro que no va a ser así, que vamos a seguir cumpliendo con los pagos como hasta ahora, pero insisto en que el plazo debería expirar en diciembre, mes en el que se hace necesario saber si vamos a estar dentro o fuera por cuestiones de planificación del equipo. Estamos cumpliendo escrupulosamente con Hacienda, Seguridad Social, plantilla ... y así vamos a seguir si nos pide que nos mantengamos en el club», agregó Ortiz, que insiste en el mensaje inicial: «No quiero guerras con nadie, quien crea que voy a ir en contra de lo que disponga en este asunto el Ayuntamiento, se equivoca».
Subasta y Bruselas
Gabriel Echávarri desveló el pasado sábado en declaraciones a la web Estadio Digital que había mantenido el viernes una reunión con representantes del Instituto Valenciano de Finanzas (entidad que avaló los 18 millones de euros que concedió la CAM a la Fundación Hércules) y acordó que «tanto el 70% de las acciones del club alicantino como el estadio Rico Pérez salgan a concurso antes de Navidad tras la subrogación de las acciones a partir de 7 millones de euros».
Este proceso, sin embargo, corre el peligro de quedar alterado si la Comisión Europea define su postura acerca de la concesión de los 18 millones de dinero público. En ese sentido, se da por seguro que Bruselas resolverá el informe abierto calificando de irregular el aval ofrecido por el Consell a entidades deportivas (Hércules, Elche y Valencia) que en el caso de los dos primeros no se ha devuelto. Ante ello, una de las posibilidades que se contempla con firmeza es que la Comisión Europea acabe obligando al Banco de Sabadell, heredero de la CAM, a devolver el dinero a la Generalitat Valenciana, circunstancia que daría un vuelco a la situación que contempla Echávarri dado que sería la entidad bancaria desde ese mismo instante quien pasaría a disponer de los bienes que hoy el IVF pretende subastar.
