Minutos después, lo ha dejado claro: "Me siento fuerte". Estas palabras llegan después de que Ramírez y Botella lo visitaran en Fontcalent.

El entrenador del Hércules ha reconocido que ha sido una semana difícil. "Es normal. Venimos de una derrota y de resultados negativos", ha aclarado el técnico. Al mismo tiempo, ha apuntado que la situación de alarma en este momento de la competición es "un poco exagerada".

También, el míster dejó claro que tiene claro quién será el portero ante el filial culé y cómo deben jugar para conseguir los tres puntos.

Veremos si la situación se calma o se agrava tras la visita del equipo blanquiazul al Barça B en el Mini Estadi el domingo a las 17 horas.