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Amor entre disgustos

Un carpintero de Albatera cumple su promesa y le pide la mano a su novia en el Rico Pérez

Amor entre disgustos

El espectáculo durante el Hércules-Reus del pasado domingo no estuvo en el césped, sino en la grada. En el descanso, cuando los pocos aficionados que acudieron al Rico Pérez rumiaban las jugadas de la primera parte, Manuel Martínez dejó boquiabierta a Andrea Navarro con una pedida de mano que ella nunca imaginó. Un grupo de amigos y familiares descubrió en lo alto de la grada del Fondo Norte la pancarta con el inconfundible mensaje: «Andrea, te quieres casar conmigo». La pareja de novios, abonados de Preferente, centraron entonces todas las miradas de los seguidores. «Ella siempre me decía que la pedida de mano tenía que ser romántica y que la sorprendiera, que había visto muchas ideas en películas románticas. Y lo conseguí, eso nunca se lo imaginó», explicaba ayer Manuel Martínez, de 27 años y trabajador de una empresa de carpintería metálica en Albatera, su pueblo.

Por su parte, Andrea Martínez, de 23 años, trabaja de esteticista en La Romana, donde reside. «Los dos somos abonados. Yo lo soy desde pequeño porque el Hércules es el equipo de Alicante y desde siempre he venido al Rico Pérez. Mi novia se ha hecho herculana por mí y la verdad es que el día del partido le daba un poco de pereza venir, menos mal que la convencí», recuerda entre risas el novio.

Ambos vieron el partido desde sus localidades de la grada de Preferente y la sorpresa de Andrea fue mayor al saber que una veintena de amigos y familiares estaban sentados en Fondo Norte y ayudaron a colocar la pancarta. Manuel y Andrea llevan seis años de relación y todavía no han fijado la fecha de la boda.

Por su parte, la novia reconoce que se quedó «paralizada» cuando desde la megafonía anunciaron la petición de mano y dirigió su mirada hacia Fondo Norte. «Casi me caigo y todo, no me lo podía creer, más que vergüenza me dio mucha impresión por estar en el estadio. Luego sí que me dio vergüenza cuando alrededor de mí sólo veía cámaras», recordaba ayer Andrea desde La Romana.

«No sospeché nada, pero sí que me pareció raro que ese día girara todo en torno al fútbol. Además, Manuel estuvo casi toda la primera parte mirando el reloj y preguntando que cuánto quedaba para el descanso. Somos abonados desde hace un par de años y nunca lo había visto tan nervioso, ni en partidos importantes», asegura.

Manuel agradece también la colaboración que recibió desde el Hércules en todo momento. Varias horas antes del partido acudió al estadio con varios familiares para prepararlo todo y finalmente todo salió según lo previsto. Y, por supuesto, Andrea respondió «sí».

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