Sin contundencia en las dos áreas, el Hércules (y cualquier equipo) está abocado al fracaso. Es difícil encontrar en Segunda B rivales que te puedan pintar la cara como ayer lo hizo el líder Villarreal B, un grupo repleto de talento, velocidad y descaro, un cóctel que anoche detonó en el Rico Pérez. También hubo explosión en la grada. Otro errático partido de Portillo acabó en bronca y la situación se antoja insostenible ya en la tercera jornada.

Aunque parezca mentira echando un vistazo al marcador, lo que anoche condenó al Hércules fue su falta pegada, su alarmante carácter inofensivo en el área rival. Los blanquiazules fueron superiores la primera media hora de partido y desperdiciaron tres ocasiones en los primeros diez minutos, dos de ellas muy claras en las botas de Nieto. En la primera, en el 4', no aprovechó un regaló de la defensa y se equivocó al realizar dos recortes antes de definir. Se quedó sin espacio y no encontró puerta.

Cinco minutos después, una chilena de Gato puso en apuros al meta local y parecía que el gol era cuestión de tiempo. Sobre todo porque en el 11', Nieto erró la oportunidad más clara. Cuevas «peinó» hacia atrás el balón dentro del área y el extremo, con todo a favor pero con la pierna izquierda, envió el balón alto cuando lo más difícil parecía fallarlo.

El Villarreal B apenas se asomó por el área del Hércules durante la primera media hora, pero la velocidad endiablada de sus extremos Alfonso e Iván Alejo mantenía muy exigidos a los laterales Rafita y Peña. Tan exigidos que el primero de ellos acabó lesionado y pidió el cambio (39').

El 0-1 (32') llegó en una jugada desafortunada en la que el Hércules también dio demasiadas facilidades. Alfonso se coló entre Rafita y Yeray y su disparó encontró la involuntaria colaboración de Atienza para sorprender a Iván Buigues por «su» palo. Con el marcador en contra, el panorama pintaba mal por la entidad de un rival que si se gustaba podía hacer un destrozo. Y así fue.

Aunque el Hércules comenzó la segunda parte metiendo el miedo en el cuerpo al Villarreal B con un par de buenas incursiones de Nieto, su bisoñez defensiva le pasó factura en el 54'. De un córner a favor nació una contra envenenada conducida por Alejo que culminó Alfonso con un preciso disparo cruzado ante Iván. Con este 0-2, el Hércules sólo tuvo una ocasión de reengancharse al partido, pero el disparo de Gato un par de minutos después se encontró la cruceta. Tras una pifia de Portillo en un remate, el Rico Pérez estalló contra el delantero y el equipo se desquició de manera definitiva. Llegaron dos goles más en sendas contras (el último tras una carambola) y la perdida de confianza fue generalizada. Y el público se quedó esperando que Herrero cambiara a Portillo para abuchearle de nuevo. Peligrosa dinámica cuando apenas ha comenzado el mes de septiembre. Toca de nuevo propósito de enmienda.