­El Villarreal B ha sido el mejor transcurridas dos jornadas de Liga. Es cierto que esto acaba de empezar. «Quedan 36 jornadas». Paco López recalca este aspecto, seguramente, para no caer en la euforia. Otro dato que fundamenta el discurso del entrenador del filial amarillo es que las victorias no se produjeron ante los rivales duros de la categoría (L´Hospitalet y Olot). «Nosotros aspiramos a que los chavales compitan y se superen», subraya López. El comedido exjugador del Hércules no rehúye su deseo porque es consciente del potencial que tiene a su disposición. «Al mismo tiempo, no renunciamos a nada», reseña. Y es que analizando la plantilla del «Mini Submarino» se ven porteros interesantes como Aitor (exAthletic), Bañuz (exElche) y Cantero (exOsasuna); defensas con presente como Adrián (ex primer equipo), Edgar (exBarça B) y Pablo (exGirona); medios internacionales con la Sub-19 como Rodri, Alfonso, Iván y Nahuel (entrena con Marcelino pero el fichaje de Denis Suárez puede devolverle al filial); arriba llama poderosamente la atención Carlos, un punta que aporta goles (2) y experiencia a un grupo tan joven. El central Pablo también sumará en este sentido. Una característica que lucen casi todos es la velocidad, otra es la habilidad para no rifar balones, cultivada durante años, en la excelente Ciudad Deportiva. Mejor escenario es el Rico Pérez, por lo que los chicos querrán sacar a su potencial. Si a esto se le suma que el bloque de la pasada campaña continúa, la madurez puede ir aposentádose y con ella los buenos resultados. El hándicap al que se enfrentan es la tendencia a la inestabilidad y al egocentrismo. Por eso, el reto de Paco López es configurar un equipo. Si lo consigue, el Villarreal B será un claro candidato a subir porque reúne más talento que ninguno. Un poco de todo. Y esos recursos puestos al servicio de un colectivo pueden resultar letales. Tiempo al tiempo.