El Barcelona anima la subasta por Álex Muñoz. El interés mostrado por el club catalán se une al ya conocido del Sevilla por el central zurdo alicantino, una de las piezas más cotizadas entre los futbolistas jóvenes que actualmente exhibe el mercado. El club hispalense, a través de su director deportivo, Monchi, fue el primero en tender la red para pescar al defensa herculano, cuyas cualidades en el eje de la zaga han sido estudiadas y analizadas por distintos miembros del cuerpo técnico sevillano, incluido su entrenador. De hecho, Unai Emery ocupó un palco vip en el Rico Pérez durante el partido de promoción ante el Cádiz para ver en directo las evoluciones de Álex.
El Sevilla, sin embargo, no ha sido el único. Tras correr la voz entre los ojeadores, también el Barcelona preguntó para unirse a la puja, según hizo saber Jordi Roura, director del fútbol base del club catalán. Hubo un tercer club que llegó a sondear, el Villarreal, pero parece que ha descartado la operación.
Con ello, el asunto se enfoca al mejor postor, siempre y cuando se parta de una suma que se considere adecuada. En ese sentido, el Hércules ha hecho saber que para sentarse a negociar por el traspaso de Álex Muñoz hay que partir hablando de 800.000 euros. El club expone que, hoy por hoy, es su mejor activo y, por ello, de ninguna manera está dispuesto a malvender.
Pese a estar escondido en un segundo plano, para este tipo de asuntos siempre emerge la figura de Enrique Ortiz. El empresario no suele ceder rápido en estas negociaciones, a costa, incluso, de que romper la cuerda de tanto tensarla. Le pasó hace muchos años al pedir el oro y el moro por Vicente Verdejo y Fernando Béjar, dos canteranos que comenzaron deslumbrando hasta el punto de despertar el interés del Valencia. En aquella operación, Ortiz se destapó pidiendo 500 millones de pesetas (tres millones de euros), pero no encontró la respuesta pretendida por parte del club valenciano, que entonces contaba con Jesús García Pitarch como director deportivo.
Por el contrario, sí le salió bien la negociación para traspasar a Kiko Femenía al Barça, club que llegó a pagar 1,5 millones de euros por hacerse con los servicios del canterano.
En el caso de Álex Muñoz, Ortiz parece dispuesto a aguantar el pulso hasta conseguir, si es que lo logra, la cantidad que le ronda por la cabeza para desprenderse de la pieza.
Hoy por hoy, la única oferta económica en firme que reposa sobre la mesa del presidente, Carlos Parodi, es la del Sevilla. El club hispalense inició la puja ofreciendo 250.000 euros el pasado mes de diciembre con el fin de llevarse al jugador en enero para jugar en su filial. Desechada la oferta inicial, el Sevilla ha seguido tanteando hasta elevar la cifra a 450.000 euros, cantidad que tampoco ha puesto nerviosos a los directivo herculanos., dispuestos, en principio, a abrir la puerta para negociar cuando esta última suma se doble.
Con todo, esos 800.000 euros pretendidos para iniciar conversaciones irían aderezados con variables que incrementarían el traspaso atendiendo a objetivos deportivos que consiguiera el jugador en su nuevo destino.
Curiosamente, otro de los clubes que quedó sorprendido por la evolución de Álex Muñoz esta temporada ha sido el Granada. De hecho, Quique Pina, presidente del club granadino y benefactor del Cádiz, elogió las cualidades del futbolista en la eliminatoria de promoción de ascenso. Sin embargo, dadas las buenas relaciones de Pina con el Sevilla y con la familia Del Nido, queda descartado que el Granada toque a la puerta del Hércules para entrar en una operación que elevaría la cotización del futbolista y, por ende, perjudicaría al club sevillano.
