Los capitanes del Hércules, Paco Peña y Javier Portillo, se reunieron recientemente con el presidente Carlos Parodi, para exigirle «medios profesionales» en los servicios médicos con los que afrontar la temporada. En este cónclave también estuvo presente el director deportivo Dani Barroso.

La plaga de lesiones no remite en el vestuario blanquiazul y los jugadores empiezan a pagar la falta de profesionales a diario. La plantilla sólo cuenta con un fisioterapeuta (Tomás Carratalá), por los tres que había el año pasado (Carratalá más un recuperador y un refuerzo). Además, el nuevo médico, Diego Gómez, sólo acude a los entrenamientos una vez por semana y tampoco viaja con el equipo.

El diagnóstico tardío de varias lesiones (la última la de Carlos Lázaro) también ha provocado el malestar en el vestuario y, de hecho, el director deportivo Dani Barroso se reunirá la semana que viene con Pacheta y el doctor Pedro Luis Ripoll, responsable de los servicios médicos, para analizar la situación.

El último jugador en caer ha sido el delantero Javier Portillo. Sufre una microrrotura muscular con afectación al nervio ciático y estará un par de semanas de baja, aunque el madrileño no pierde la esperanza de jugar en El Collao el domingo 9 de noviembre. Pero es improbable que esto suceda.

El panorama de cara al choque ante el Mestalla del próximo domingo (18.00 horas) es igual de preocupante que la semana pasada. Siete son las bajas que tiene Pacheta siempre y cuando se recupere el extremo Adrià Granell. El técnico burgalés no podrá contar con los laterales Rafita, Baldo Santana y Pepe Sellés, con los mediocentros Carlos Lázaro y Mikel Martins, ni con el extremo Sugi, además del ya mencionado Portillo.