Ismael Falcón tiene un idilio con las penas máximas de los rivales que colea desde la pasada temporada. Ayer detuvo una pena máxima a Pacheco que pudo ponerle muy cuesta arriba el partido al Hércules ya que el marcador reflejaba el empate sin goles inicial. El meta gaditano leyó a la perfección el disparo del mediapunta del Alcorcón y lo celebró con rabia. No era para menos. Ayer volvía a la titularidad tras cinco partidos ausente. El esguince de clavícula sufrido ante el Girona se complicó más de lo previsto y una vez que se recuperó, Quique Hernández quiso premiar a Aulestia con la continuidad por su buen hacer y profesionalidad. El meta vasco rindió a buen nivel, pero el entrenador siempre ha dejado claro que Falcón es el titular porque se lo ha ganado en sus tres últimos años en el Hércules. Ayer disputaba su partido número 100 como blanquiazul y no pudo celebrarlo de la mejor manera. La acción del penalti no fue la única en la que intervino con acierto, ya que se convirtió en la particular pesadilla de Pacheco, ya que desbarató otra clara ocasión del madrileño tras superar a Ortiz.