José María Minguella, ayudante de Rinus Michels a comienzos de la década de los 70, quedó prendado de un joven y habilidoso extremo en una de sus visitas a Perú para fichar al Cholo Sotil. Ese jugador, de 20 años, que respondía al nombre de Pedro Aicart y era hijo de emigrantes catalanes, se desenvolvía con acierto en las filas del Universitario antes de que el Barça hiciera oficial su fichaje. Tras una corta estancia en el Barcelona, Minguella lo ofreció al Hércules que, de la mano de Arsenio Iglesias, se disponía al asalto definitivo a Primera. Y Aicart se convirtió en protagonista destacado con goles de gran valor, entre otros el que dio la victoria (1-2) en el Sadar y materializó el ascenso, logro que el guardameta Humberto inmortalizó saliendo de rodillas del terreno de juego.

Pedro Aicart falleció el día 28 en Trujillo (Perú) a los 61 años.