"Ya está la cabra en el corral, no hay que empujar más". La frase salió de los labios de Jesús Paredes, preparador físico del Hércules, desde la banda del estadio de Los Pajaritos minutos antes de las nueve de la noche, tras conocer los pinchazos de Murcia y Racing de Santander, que confirmaban en ese instante la salvación matemática del Hércules. El sufrimiento se dio por concluido antes de que comenzara a correr el balón en los Pajaritos. Por fin, el Hércules veía la claridad, la salvación matemática, el fin de un calvario que ha durado demasiados meses y que amenazó con el peor de los destinos.

Tras ello, el conjunto alicantino salió al campo soriano sin presión y, además, sin miradas inquisidoras que apuntaban hacia Soria al sospechar arreglo o 'biscotto' (término acuñado en el calcio italiano para definir el pasteleo sobre el césped) en el partido ante el Numancia. Pero ese tongo o pacto de no agresión -según convenga a quien se refiera al procedimiento- que describe el cuadro de un partido en el que los dos contendientes salen satisfechos y beneficiados con un resultado concreto, no hizo falta. El Hércules salió, por fin, a disfrutar, relajado, con el objetivo en el bolsillo, tres semanas antes de la conclusión del campeonato. Al igual que el Numancia, que también aseguró ayer la permanencia matemática antes de comenzar.

Y es que el partido de ayer en Soria comenzó a disputarse mucho antes de que el colegiado diera el pitido inicial a las nueve de la noche. Concretamente, a las 5 de la tarde, el Murcia comenzaba a desangrarse ante la Ponferradina, con la que acabó perdiendo por 0-2. El presumible apaño (biscotto) entre Numancia y Hércules, cuyo empate salvaba a ambos, comenzaba a perder fuerza. El foco de atención quedó acto seguido en El Sardinero, donde el pinchazo del Racing (empate sin goles) frente al Guadalajara acabó por convertir la permanencia del Hércules en asunto matemático. El grupo alicantino mantenía de esa forma el cartel de Segunda División antes de comenzar a jugar, algo que se notó en el encuentro posterior.

Hernández dispuso un bloque modificado. Dio galones en el centro del campo a Nacho González, apostó de nuevo con Paglialunga y Escassi como pareja de baile en el mediocentro y ofreció la espada por delante a Portillo y Braulio.

Todo comenzó bien, llevado por ese viento favorable que acompaña desde muchas jornadas atrás. A la primera de cambio el Hércules abrió una grieta. Una combinación entre Paglialunga y Nacho González desembocó en un pase de tiralíneas del uruguayo que habilitó a Portillo para medirse en un mano a mano con el guardameta. El de Aranjuez se acomodó la pelota en su zurda y en carrera elevó lo justo con un toque de calidad para superar a Biel Ribas (1-0, m.10). Sin apenas despeinarse, el Hércules desequilibraba la balanza. Pero el golpe no mareó al Numancia. De hecho, los sorianos no perdieron temple, mostraron presencia en el centro del campo y descargaron el juego por la izquierda, donde Cedrick se convirtió en una pesadilla para Cortés y todo aquel que se cruzó en su camino.

Por ahí apareció Falcón, otro de los grandes de este equipo que puso manos prodigiosas para salvar acciones claras de gol. La primera ante el congoleño, que se plantó en el área tras ayudarse con la mano para llevarse un balón. Su disparo cruzado y con intención buscando el palo encontró una manopla salvadora del guardameta gaditano.

Aturdido por la intensidad numantina, el Hércules sufrió un castigo que marcó el partido: La expulsión de Cabrera, que provocó un penalti claro a falta de pocos minutos para el descanso. Nagore ejecutó la pena máxima que a punto estuvo de detener Falcón, que rozó el cuero, y los alicantinos se vieron obligados a disputar toda la segunda parte con un hombre menos. (1-1, m.42).

El inicio del segundo acto no pudo ser peor. Hernández retocó el equipo sacando del campo a un desaparecido Braulio para dar entrada a Toti, pero el Numancia castigó sin apenas tiempo para asentarse sobre el césped. Un balón controlado por Cedrick en la banda izquierda acabó con un centro medido que cabeceó a la red Natalio (2-1, m.47). La ausencia de Cabrera en el centro de la zaga provocaba otra herida y, al mismo tiempo, el fútbol hacía justicia dada la mayor intensidad del cuadro soriano, decidido a buscar a Falcón a toda costa.

Igualada

Sin embargo, el Hércules no perdió la cara. Una acción iniciada por Portillo, que propició la internada de Toti, acabó ejecutada a la perfección por el madrileño, que cabeceó con fuerza un centro de su compañero para establecer la igualada (2-2, m.56).

Justo después del empate, Hernández decidió dar minutos al futuro: Volvió Eldin al campo y entró el también canterano Borja, un futbolista al que el de Anna ve cualidades más que suficientes para alegrar el futuro herculano.

Con Nacho González por el centro del campo y Escassi retrasando la posición para cubrir el hueco de Cabrera, el Hércules aplacó un tanto las ansias sorianas que, no obstante, no desaparecieron. Una de las acciones más notables de la noche hizo acto de presencia con Falcón como protagonista. Pocas veces se puede presenciar una parada tan espectacular como la que realizó el guardameta herculano para detener un disparo con rosca que se coloba por la escuadra tras toque perfecto de Julio Álvarez al ejecutar una falta directa desde la frontal. El cancerbero del equipo alicantino voló literalmente para detener un balón que buscaba premio. Espectacular.

Cuando no pudo hacer nada fue poco antes, en otro disparo desde la frontal rechazado en corto y que Álvarez machacó a la red. 3-2, m.76.

El partido, descafeinado al quedar marcado con la etiqueta de irrelevante antes de comenzar, quedó plantado como exhibición, sin nada más que destacar que el esfuerzo y las carreras de Cedrick, que se gustó ante su parroquia esprintando por la banda tras muchos minutos de desgaste.

Pero ya todo era anecdótico. Tanto sufrimiento durante tantos meses merecía cierto relax. Han sido muchas semanas de tensión, jornadas en las que se caminó por encima del alambre con la convicción que la derrota conllevaba funeral. Afortunadamente, todo eso pasó, pero conviene tenerlo bien presente. A falta de tres jornadas para la conclusión de esta liga, el Hércules puede comenzar a planificar el futuro con tranquilidad. El primer paso es renovar a Hernández y, acto seguido, a lo que se pretende conservar. Y, por encima de todo, no volver a cometer los errores de pasado. Otro año como éste que acaba no lo resiste nadie.

DETALLES

- Jesús García Pitarch se despide en Soria. El presidente del Hércules ya es historia en el club alicantino. A falta de la confirmación oficial, el valenciano quedará desvinculado en las próximas horas, según hizo saber él mismo días atrás. Tras conversar con la plantilla en Fontcalent, Pitarch anunció que viajaría a Soria, aprovechando su estancia durante el fin de semana en Madrid, para ver por última vez al Hércules desde su butaca en el palco de autoridades del Estadio de Los Pajaritos. Tras ello, dejó claro que se apartaría del club alicantino para que éste comenzara a gestionar el futuro con total libertad. Esta misma semana, Ortiz tiene intención de dejar atada la prolongación del contrato de Quique Hernández.

ANÉCDOTAS

- Sanción a Escassi y fiesta por la salvación en el Mesón Castellano de Soria. El mediocentro Alberto Escassi no jugará el próximo domingo ante el Murcia ya que ayer vio la quinta amarila. Por otra parte, la plantilla y el cuerpo técnico acudió anoche, al término del encuentro, a celebrar la permanencia matemática al Mesón Castellano de Soria. Al término de los festejos, la expedición partió en autobús hasta Alicante. Quique Hernández ha premiado a la plantilla con dos días libres, por lo que los futbolistas no volverán al trabajo hasta el miércoles

LAS NOTAS

SOBRESALIENTE: Quique Hernández. El gran artífice del milagro. El técnico de Anna vio consumada ayer la permanencia en la que siempre creyó. Su trabajo y el de su equipo técnico ha sido providencial para que el Hércules continúe en Segunda División, superando una de las situaciones más difíciles y dramáticas de su historia reciente. Justo es también destacar la labor de su preparador físico, Jesús Paredes, hombre de confianza de Hernández y toda una autoridad en la parcela que domina.

SOBRESALIENTE: Aficionados incansables. Un reducido grupo de aficionados alicantinos se desplazó a Soria para animar al equipo en el partido de ayer frente al Numancia. Entre ellos, varios no fallan jamás, se televise el partido o no. El viaje, de ida y vuleta, lo realizan el mismo día. Toda una hazaña digna de meción para esos incondicionales que nunca se dieron por vencidos.

FICHA DEL PARTIDO

Los Parajitos. Soria. 19:00 h.

MIRANDÉS. Entrenador: Paco Machín.

Titulares: Biel Ribas, Bonilla, Regalón, Juanma, Isidoro, Bedoya, Tomás, Natalio, Julio Álvarez, Del Pino, Cedrick.

Suplentes: Herrerín, Ripa, Nagore, Nieto, Lago Junior, Jaio, Pedro Martín. Nagore (38') entra por Antonio Tomás. Nieto (77') entra por Del Pino. Pedro (89') entra por Cedrick.

Goles: 1-1 (43'). Nagore, de penalti. 2-1 (46'). Natalio de cabeza. 3-2 (76'). Julio Álvarez remata de cerca tras un rechace de Falcón

HÉRCULES. Entrenador: Quique Hernández.

Titulares: Falcón, Peña, Cabrera, Pamarot, Cortés, Paglialunga, Escassi, Sardinero, Portillo, Nacho González y Braulio.

Suplentes: Juan Carlos, Juanra, Toti, Edu Bedia, Mario Rosas, Borja, Eldin. Toti (45') entra por Braulio. Borja (56') entra por Portillo. Eldin (56') entra por Sardinero

Goles: 0-1 (10'). Portillo encara al portero y define a la perfección. 2-2 (55'). Portillo remata de cabeza a gol un centro de Toti.

EL ÁRBITRO. Trujillo Suárez. Colegio tinerfeño. Bien. Amonestó a Escassi (3'), Nacho González (39'), Paglialunga (88'). Roja directa a Cabrera (42').

Césped: bien.

Espectadores: 2.033 espectadores

Temperatura: 10ºC.