Gilvan Gomes, futbolista brasileño del Hércules, ultima su puesta a punto antes de volver a competir después de haber permanecido casi cinco meses apartado de los terrenos de juego por culpa de una lesión de rodilla.

Gilvan sufrió una rotura en la rótula en el transcurso del partido de la primera vuelta que el Hércules disputó en Córdoba -faltan dos partidos para que se cumpla una vuelta de competición- y es ahora cuando empieza a trabajar con la plantilla, a las órdenes del técnico Quique Hernández.

El brasileño volvió a comparecer hoy ante los medios de comunicación después de mucho tiempo y expresó sus sensaciones tras la lesión y ahora que está cerca de reaparecer.

"Aún no estoy al cien por cien, pero espero estar pronto a tope", comentó Gilvan, que reconoció que lo pasó mal especialmente al principio de la lesión porque "no esperaba estar tanto tiempo parado", pero luego asumió que debía "tomar la recuperación con tranquilidad y seguir los consejos de los doctores".

"Cuando me lesioné pensé que podía ser un trauma de una semana, pero luego vi que tenía un trozo roto de la rodilla y me dijeron que era para cuatro meses porque es una lesión súper complicada. Ahora ya tengo la cabeza tranquila, ya es un pasado de mi vida y sólo pienso en mirar adelante", aseguró.

El jugador ha permaneció "cuatro meses parado, dos de ellos sin hacer nada, con la pierna inmovilizada", y hace casi un mes fue cuando empezó a realizar trabajo físico. De ahí que apuntara que físicamente va cada a día mejor pero "aún falta un poco con balón".

"Voy a intentar hacer lo máximo posible para que el míster me vea y cuente conmigo para lo que sea, para intentar estar a disposición del técnico cuanto antes para ayudar", manifestó.