Día de cuchillos largos en el Hércules. De una tacada, aunque por motivos distintos, el Hércules, a través de su presidente, Jesús García Pitarch, solicitará al administrador concursal, Alfonso García Cortés, (que ayer no dio señales de vida) una profunda reforma sin más dilación que contempla proceder a despidos en cadena que abarcan desde el entrenador, Juan Carlos Mandiá, hasta el economista, Luis Manfredi, pasando por los de Sergio Fernández y Carmelo del Pozo, estos últimos solicitados de forma repetida anteriormente, según desvelaron fuentes consultadas por este periódico.

En primer lugar, Pitarch alegará motivos deportivos y de crispación social para justificar ante García Cortés la necesidad de prescindir de los servicios de Juan Carlos Mandiá, entrenador del primer equipo, cuyos resultados negativos han acabado creando un ambiente irrespirable entre la afición herculana. Días después de ofrecer apoyo público al técnico, el presidente sustentará su cambio de opinión ante el administrador justificando el despido en el intento de variar una dinámica que ha dejado al equipo hundido en la tabla y en un estado depresivo que lleva a los futbolistas a desear jugar fuera de casa antes que frente a su propia afición. Como dato se esgrime que, con el gallego en el banquillo, las voces de ánimo y apoyo tras un gol del Hércules en el Rico Pérez se transformaban en cuestión de segundos en gritos contra el entrenador (el famoso 'Mandiá vete ya'), circuntancia que desaparecería con otro técnico al frente del conjunto.

El "informe Pitarch" prevé, asimismo, no desaprovechar la ocasión para pedir el despido de Sergio Fernández y Carmelo del Pozo, director deportivo y secretario técnico, respectivamente. Fuentes consultadas aseguraron que el dirigente insistirá ante el administrador en prescindir de ambos miembros de la dirección deportiva poniendo de manifiesto similares argumentos ya utilizados en una carta enviada por correo electrónico que no produjo efecto alguno.

García Cortés ya se manifestó entonces descartando la rescisión de contrato de ambos técnicos y está por ver si en esta ocasión va a obrar de forma diferent cediendo a la insistencia de Pitarch.

En ese sentido, la salida de Sergio Fernández y Carmelo del Pozo, que por otro lado se da por hecha, parece que tendrá que esperar a que la administración concursal finalice su misión en el Hércules, circunstancia que podría ocurrir en un plazo no superior a dos meses.

La onda expansiva prevé cambiar de tercio para adentrarse en los despachos administrativos solicitando también a la administración concursal prescindir de los servicios de Luis Manfredi, economista contratado días antes de iniciarse el proceso concursal. Manfredi abandonó ayer las oficinas del Rico Pérez visiblemente molesto tras dejar sobre la mesa, en presencia de testigos, las llaves de la caja de la entidad. En el club no consta una renuncia por escrito al cargo aunque dadas las formas empleadas en la despedida se daba por hecho que el economista no iba a volver a las oficinas de la calle Romeu Zarandieta. Este periódico intentó ayer sin éxito contactar con Luis Manfredi para conocer su versión sobre lo acontecido.

Otras fuentes consultadas desvelaron la existencia de un desequilibrio contable en un arqueo realizado recientemente sobre las cuentas del club.

Por otro lado, Carlos Parodi aparece en este escenario con cierta pérdida de confianza para seguir ejerciendo como consejero delegado, cargo que podría dejar de ocupar en breve para desempeñar otra función.

Media hora de entrenamiento

Juan Carlos Mandiá, entrenador del Hércules, dirigió ayer una sesión de entrenamiento de apenas media hora. La plantilla del Hércules regresó al trabajo después de jugar el sábado frente al Barcelona B y de la jornada de descanso que el cuerpo técnico concedió el domingo. El primer entrenamiento de Mandiá tras un encuentro de competición suele ser corto, de estiramientos y recuperación para los futbolistas con más participación en el partido del día anterior. Sin embargo, la sesión de trabajo se suele alargar para los futbolistas que se quedaron sin jugar o que tuvieron pocos minutos. Ayer, por el contrario, los jugadores saltaron al terreno de juego de las instalaciones de Fontcalent a las 10.30 horas y a las 11.00 horas ya se estaban retirando a los vestuarios todos los componentes de la plantilla. efe