Cuestión de dinero, sí; cuestión de principios, también. En la mente de Sergio Fernández ya ha quedado fijada con nitidez la imagen del jugador que puede sumarse a la plantilla del Hércules en el mercado de invierno: Gilvan Gomes. El término "autogestión", repetido una y mil veces en la génesis del actual proyecto, vuelve a recobrar significado frenando el movimiento de la noria con nombres de fichajes de inversión millonaria. Los jugadores que han sonado con fuerza en las últimas semanas -Molina, Akpala y Aranda- se cotizan por encima del medio millón de euros, una cantidad que el Hércules, inmerso en Ley Concursal, no puede desembolsar. La llegada de uno de esos futbolistas precisaría, como es conocido, de una inversión externa y una condición añadida: El desembolso debe ser a fondo perdido. Es decir, no se trata de financiar la operación y fijar un interés porcentual para cobrar más adelante, sino de no reflejar la donación en las cuentas del club puesto que, simple y llanamente, la administración judicial que actualmente controla las cuentas de la entidad ni quiere ni puede permitir que la empresa intervenida aumente su deuda. En román paladino: Si Enrique Ortiz, empresario que controla el club, quiere sorprender al herculanismo con un refuerzo de campanillas, tendría que dar el dinero y renunciar a apuntarlo en la cuenta del 'debe' del Hércules. Altruismo o nada. Y como tal cosa no se antoja probable, lo aconsejable pasa por centrar las energías en lo que la propia entidad, sin intervenciones externas, puede asumir. Este discurso, además, concuerda con el decálogo esgrimido por Sergio Fernández en el origen de un proyecto que juró huir del "cortoplacismo" y fijó su horizonte en la autogestión, alejado de la necesidad de recurrir al bolsillo del mecenas de turno para sobrevivir. Bajo ese paraguas sí entra el nombre de Gilvan Gomes, el jugador del Huesca que el director deportivo quiso traer en verano y que sigue teniendo toda su confianza como refuerzo más que válido para la segunda vuelta del campeonato.

El hecho de que el futbolista del Huesca finalice contrato el mes de junio abarataría un traspaso que el pasado verano se fijó en 400.000 euros. En ese sentido, el Hércules ya ha movido ficha y ha establecido un primer contacto con la empresa Bahía -con relaciones directas con el Huesca- para intentar cristalizar la operación mediante una cantidad ajustada y aprobada por el administrador judicial que rondaría los cien mil euros. Ante ello, Agustín Lasaosa, consejero delegado del Huesca, aclaró ayer que su club está abierto a la negociación, pero dejó claro que hay que llegar a un acuerdo que favorezca los intereses de la entidad oscense puesto que en sus planes no entra, como es lógico, "'desreforzar' al equipo", dijo. "Este mes es muy largo", recordó Lasaosa, "y puede pasar de todo. Sé que Gilvan acaba contrato en junio, pero no por eso vamos a regalar al futbolista. Debe darse un empujón económico y, al mismo tiempo, que nuestro equipo se refuerce convenientemente para no ver mermado el potencial con la salida de uno de nuestros mejores jugadores", advirtió.

Paralelamente, Lasaosa admitió haber recibido días atrás la llamada de Mágico Díaz, representante del herculano Felipe Sanchón, ofreciendo la posibilidad de que el jugador recalara en el club oscense durante el mercado de invierno dados los pocos minutos de juego que está disfrutando en Alicante. "Es un jugador que nos gusta, pero su nómina no es asumible por nosotros. Hay que tener en cuenta que en el Huesca sólo tres jugadores cobran por encima de los cien mil euros", desveló.

Por ello, hoy por hoy se antoja inviable la posibilidad de un trueque con Gilvan, operación que, por otro lado, no ha sido barajada por el Hércules.

Con todo, alejada en las últimas horas la posibilidad de la inversión millonaria mediante financiación externa, quedan al margen, si no hay cambios de última hora, las opciones del bético Jorge Molina, del levantinista Carlos Aranda y del nigeriano Akpala. Con este último, Sergio Fernández y Carmelo del Pozo estuvieron reunidos recientemente en Marbella, donde se ha concentrado el Brujas recientemente para realizar la pretemporada de invierno. La posibilidad de que el nigeriano recalara en el Hércules quedó rápidamente descartada cuando el Brujas hizo saber que tenía intención de pedir dinero por su cesión.