La continuidad de Perfecto Palacio, Juan José Huerga, Miguel Quintanilla, componentes del comité ejecutivo del Hércules, y de Miguel Campoy, presidente de la Fundación, al frente de la gestión del club alicantino pende de un hilo. La nueva aparición en escena de Enrique Ortiz que, sin previo aviso ni consulta con los hombres en los que confió el proyecto, nombró el pasado sábado a Carlos Parodi como consejero delegado, deja a los integrantes del comité ejecutivo en el umbral de la puerta de salida.

Lejos de mantener y reforzar la confianza en el grupo de trabajo que ha reflotado y ha dado un nuevo aire al club tras perder de forma traumática la Primera División y verse abocado a acogerse de nuevo a la Ley Concursal al acumular una deuda astronómica, Ortiz irrumpe de nuevo por el Rico Pérez elevando a los altares a Parodi, uno de los responsables del conocido "caso Dani Bautista" -un despiste administrativo que ha costado 1,2 millones de euros en concepto de sanción al Hércules- y que durante los últimos meses no se ha caracterizado por hacer causa común con el nuevo equipo de trabajo sino todo lo contrario. De hecho, la intención de los nuevos rectores era prescindir de Parodi, que ya había sido "degradado" al no entrar a formar parte del propio comité ejecutivo.

De esta forma, la designación, considerada como una afrenta inexplicable, abre una crisis profunda que amenaza con ir más allá de la bajas en la cúpula directiva que ha conseguido traer la tranquilidad al convulso club alicantino. De hecho, las miradas, si se consuma la dimisión de Palacio, Huerga, Quintanilla y Campoy, se enfocarán acto seguido un poco más abajo, donde el director deportivo, Sergio Fernández, podría seguir idéntico camino y, con ello, provocar un efecto dominó que amenazaría con derrumbar toda la estructura diseñada desde el fútbol base hasta arriba.

De poco parece haber servido el simbólico juramento que, el pasado mes de junio, Ortiz pronunciaba en su yate ante varios de los actuales gestores a los que pidió hacerse cargo del Hércules en una situación crítica. De aquella frase para la historia -"doy las llaves del Hércules a mi amigo Perfe Palacio"- se pasó al sábado a designar a Parodi como "el hombre con firma" sin que ninguno de los componentes del comité ejecutivo tuvieran conocimiento del nombramiento hasta que se leyó en la junta de accionistas que tuvo lugar horas después del encuentro ante el Recre sin más asistencia que cuatro directivos y un notario. Ortiz ni siquiera "cayó en la cuenta" de comentar la "maniobra" a los actuales dirigentes pese a que coincidió con casi todos ellos tan solo unas horas antes en el palco del Rico Pérez, al que acudió con varios miembros de su familia para presenciar el partido ante el Recreativo.

Las reacciones en el herculanismo no se han hecho esperar. De hecho, a última hora de anoche estaba prevista una reunión de las peñas para abordar medidas de protesta frente a la sorpredente decisión del que fuera máximo accionista, que regresa a la escena heculana ofreciendo una sorprendente y absurda exhibición de poder que completó con la inclusión como secretario del consejo de su cuñado Miguel Carratalá.