Enrique Ortiz acabó emplazando ayer a un reducido grupo de aficionados a hoy para dar personalmente explicaciones sobre el futuro de la entidad. No le quedó otro remedio. Envió a Valentín Botella y a Juanjo Huerga a calmar a las masas anoche, en el encuentro previsto con alrededor de medio centenar de aficionados que pedían explicaciones convincentes para anular las manifestaciones previstas para mañana, pero los seguidores reclamaron, desde el principio, que fuera el otrora máximo accionista, al que señalan como responsable de la situación deportiva y económica del Hércules, quien diera las explicaciones que exigían. Así que el encuentro que tuvo lugar en la sala de prensa del Rico Pérez con Huerga y Botella apenas duró unos minutos pesea a que en él, presidente y vicepresidente comunicaran que el club no iba a descender a Segunda División B por impago y prometieron cambios profundos en el organigrama técnico a partir de la semana próxima. No fue suficiente. El público quería escuchar a Ortiz, que permanecía en el edificio de enfrente, en las oficinas del estadio.

Dado que las explicaciones ofrecidas por Botella y Huerga no cambiaron la postura del colectivo de aficionados, que no obtuvieron respuesta al preguntar "cómo" se iban a resolver los problemas económicos, los seguidores herculanos decidieron abandonar esa reunión, si bien el coloquio prosiguió en patio de entrada. En ese mismo lugar fue corriendo la voz de que Ortiz estaba a pocos metros, en las oficinas, y ante ello los seguidores reclamaron que el empresario les recibiera. Finalmente, Ortiz accedió a recibir a un par de aficionados, a los que emplazó a una nueva reunión que debería celebrarse hoy y a la que pidió que acudieran un máximo de cinco personas en representación del colectivo. El constructor aclaró que el motivo de no presentarse ante el medio centenar de hinchas en ese momento era porque "temía por su integridad física".

Mientras tanto, la postura de los peñistas de cara a los actos de protesta planeados para mañana sigue inalterable. "Escucharemos y después decidiremos", advertían antes de que comenzara la reunión representantes del colectivo. "No vamos a desconvocar el acto de protesta para que después todo siga igual", confesaban.

El encuentro entre directivos y peñistas solo tuvo un punto de crispación con la aparición de un par de exaltados que profirieron insultos contra todos (directivos, periodistas y aficionados).

Con todo, al menos de momento, los actos de protesta previstos para mañana en el Rico Pérez -dentro y fuera del estadio- no han sido desconvocados.

Del mismo modo, los seguidores votarán si acceden a enviar a cinco representantes a la reunión con Ortiz o declinan el ofrecimiento. El empresario abandonó las oficinas del estadio por una puerta trasera eludiendo a aficionados y periodistas.

El colectivo de peñas aprobó el martes una serie de accciones de protesta que darán comienzo minutos antes del encuentro de Liga que mañana enfrentará al Hércules y al Sporting. Los aficionados protestarán con pancartas y cánticos y entrarán al estadio un cuarto de hora después del comienzo.