Quique Sánchez Flores, entrenador del Atlético de Madrid, aseguró ayer, tras la victoria frente al Hércules por 2-1, en su último partido como técnico rojiblanco en el Vicente Calderón, que la afición le hizo sentirse "muy feliz" y agradeció el apoyo de los seguidores en su etapa en el club. El técnico fue aclamado por una parte de la afición al final del choque e incluso salió una segunda vez al césped, minutos después de terminar el encuentro y con una bufanda atlética, ante la petición de cerca de unos 9.000 seguidores que aún quedaban en las gradas para despedirle en su último partido en el estadio Vicente Calderón.

"Lo que me queda es el agradecimiento para la gente, para los que empujaron en momentos absolutamente complicados y pido disculpas para aquellos que piensen que me he podido equivocar. Doy a todos el agradecimiento por el apoyo incondicional, por las ganas, por el respaldo que siempre he sentido, que me han hecho sentirme fuerte", opinó en la rueda de prensa posterior al encuentro. "La vida continúa. El Atlético es un club enorme, muy por encima de los entrenadores", prosiguió Quique, que añadió: "Estoy muy satisfecho y muy feliz por haber pasado por este club, con gente muy limpia y muy agradecida. Me han hecho sentirme muy feliz y lo agradezco".

Quique reconoció que la despedida que le brindaron los seguidores al término del encuentro fue "muy emocionante". "Es difícil que en un club tan grande se pueda dar. La gente valora el trabajo, el esfuerzo y el compromiso. Lo agradezco mucho", añadió el técnico, que recordó: "El año pasado enfermé en el Atlético. Si te comprometes puedes llegar a enfermar". "Fue una semana muy complicada, con un barullo espectacular, que nadie quería, pero se resolvió con naturalidad y bien".