Miroslav Djukic inició ayer su comparecencia ante los medios mostrando su contrariedad por el titular que este periódico empleó en la crónica del último partido ante el Mallorca, que supuso el descenso matemático a Segunda ("Djukic pone la guillotina"). El serbio, que minutos antes fue advertido por parte de un miembro de bajo perfil de la secretaría técnica -que suele actuar como correveidile y cizañero desde que llegó al Hércules en la etapa de Bordalás- de la presencia del periodista de INFORMACIÓN que firmó el artículo, expuso su malestar por el citado titular antes de dar paso al turno de preguntas. El entrenador, siempre en tono correcto y educado, aclaró que "no escapa" de sus responsabilidades, pero quiso subrayar que no ha sido él "quien ha puesto la guillotina" al Hércules.

Este periódico, tal y como hizo saber a Djukic en la conversación que tuvo lugar en la rueda de prensa, expuso -y mantiene- que las decisiones, los cambios y el planteamiento del técnico en la segunda parte del citado partido influyeron decididamente en el adiós adelantado del equipo a la máxima categoría, pero en absoluto coloca al entrenador balcánico como máximo responsable del descenso (ese dudoso honor corresponde en un tanto por cien muy elevado a Ortiz, a Esteban Vigo y a Paquito y sus ayudantes).

Por otro lado, Djukic comparó su trabajo con el de los caballos, a los que "si ganan carreras, les dan azúcar y chocolate y, si no, palos".