La llegada a principios de febrero de Marcelino al Racing unió a la plantilla. Los métodos del asturiano calaron de forma inmediata: seis puntos de seis posibles ante Sevilla y Getafe. Era la época en la que Alí disfrutaba como un forofo en el palco. Los resultados han seguido llegando aunque con menos fuerza. Sin embargo, la confianza se ha instaurado por la ambición de los jugadores. Fuera de casa los blanquiverdes proponen un estilo más conservador, que se verá aumentado esta tarde como consecuencia de las bajas de los mediocentros titulares Colsa y Lacen. Marcelino barrunta salir con un 5-3-2 con tal de asegurarse un empate en el Rico Pérez y, para lograrlo, confía en el muro Torrejón, el elegante Henrique y el aplicado Álvaro, canterano de 20 años. Además el arma más efectiva de los visitantes es un viejo conocido, Toño. En ataque, revisten mucho peligro Giovani y Rosenberg, sin perder de vista a Munitis y a Adrián. Si a ellos unimos a Pinillos y Cisma, el Racing no bajará los brazos en ningún momento.