Achille Emaná (Yaoundé, Camerún, 1982) figura en un lugar destacado de la lista de deseados refuerzos para el Hércules de la temporada venidera. El interés llega a tal punto que el máximo accionista herculano, Enrique Ortiz, ha hecho llegar una oferta a su homólogo en el Betis, Manuel Ruiz de Lopera, que alcanza los cuatro millones de euros. Escuchar esa cantidad, sin embargo, no ha conseguido arquear las cejas del mandatario bético, que reclama más del doble por el traspaso del camerunés, un futbolista complicado de retener un año más en la Segunda División española. Pese a ello, Lopera ha hecho saber que Emaná no se moverá del sitio, al menos de momento, a no ser que alquien se acerque por Heliópolis con la intención de depositar nueve millones de euros en las arcas del Betis.

En esa pugna por Emaná no sólo está el Hércules. El Valencia, que ha hecho caja con los traspasos de Silva al Manchester City y Villa al Barcelona, cuenta ahora con cierta liquidez y también ha puesto sus ojos en el camerunés. Sin embargo, al parecer Manuel Llorente, presidente valencianista, también espera una rebaja en las pretensiones de Lopera para recibir al medio-centro con los brazos abiertos.

A todo esto, en Sevilla se apunta que Emaná no barajará ninguna ofertaque no mejore su contrato, unos 1,4 millones al año, una cantidad más que respetable que no todos pueden alcanzar.

Criado futbolísticamente en la cantera del Valencia, Emaná inició su carrera de profesional en el Toulouse francés. En 2008 fichó por el Betis y, a pesar de ser un medio-centro con poder de gran poder de recuperación de balón, exhibe dotes goleadoras.

Tras el descenso del Betis en 2009, pidió irse, pero Lopera le declaró intransferible y le negó la salida. Volvió tarde de vacaciones y a regañadientes y durante la campaña tuvo sus más y sus menos con la afición verdiblanca, pero finalmente acabó como ídolo. Tuvo que dejar el Betis antes de que acabara la campaña al tener que acudir al Mundial, pero lo dejó en puestos de ascenso. Quizá por ello dijo entonces que quería seguir en Sevilla. Ahora puede que no lo tenga tan claro.