­­«El equipo tendrá que esperar su momento para entrar a matar, como los buenos toreros». Así entiende Manolo Jiménez, siempre vehemente en su discurso, que debe jugar el Hércules mañana en Irún. Así jugó en Badajoz el Hércules que él dirigía, en la temporada campaña 1995/96, y que consiguió el ascenso a Primera. El técnico alicantino está «convencido» de que habrá baño en Luceros mañana porque «está en sus manos y no pueden fallar».

De consumarse la gesta, el ascenso se celebrará con más efusividad incluso que el que vivió hace catorce años. «Nosotros lo teníamos hecho desde jornadas atrás, fuimos campeones con una amplia ventaja. Esta vez va a ser diferente, porque el éxito se celebrará como una Liga o una Copa de Europa. Habrá un baño de masas tremendo en Luceros, estoy covencido».

Jiménez, herculano confeso y ahora técnico del Jove Español de San Vicente, reconoce que ha seguido «todos los partidos» sin excepción que han televisado del Hércules. «Y ahora, por lo que percibo en la ciudad, es el momento oportuno para el ascenso. Lo tienen a huevo y no se puede escapar».