Tiene guasa que sea un alicantino quien evalúe las posibilidades de ascenso del Hércules...

Fue curioso lo que me pasó el domingo pasado, durante la procesión de la Sagrada Familia, en las fiestas de Rabasa, mi barrio. La gente me pedía que me dejara perder contra el Hércules y me hizo gracia. Por la tarde fui al Rico Pérez a ver el partido contra el Albacete pero a los 20 minutos vi que el partido tenía poca historia.

El Hércules resolvió por la vía rápida...

Salió muy enchufado al partido y lo dominó desde el principio hasta el final. El ambientazo que había en el Rico Pérez era increíble, me recordó mucho al del Hércules-Tenerife de la temporada pasada. Fue una pena que el Hércules de Mandiá no lograra subir y lo importante para Alicante es que un año más tarde exista la misma ilusión.

Y eso que se ha desperdiciado una renta de once puntos con el cuarto que situaba al Hércules como el principal candidato al ascenso...

Todos los que formamos parte del fútbol dábamos por hecho que el Hércules subía en enero. Hizo una primera vuelta sensacional y parecía imparable, pero la grandeza del fútbol provoca situaciones como la que le pasó al Hércules, que estuvo siete jornadas sin ganar de manera incomprensible.

El Cartagena-Hércules no puede ser más decisivo...

Ojalá subamos los dos, pero lo cierto es que el que gane será un candidato serio a subir y el que pierda se quedará muy tocado. Aún quedarán dos partidos más, pero este es casi decisivo.

Quienes han compartido vestuario con usted destacan su capacidad de motivación, pero no le hará falta echar mano de ella en este tramo final de Liga...

Desde hace cuatro o cinco semanas ya no hace falta motivar a nadie. Sí que es cierto que los jugadores quedaron bastante tocados después de perder contra el Levante (3-5). A la semana siguiente no entrenamos, nos fuimos en barco para desconectar, pasear y cargar las pilas.

Y dio resultado a tenor del 1-2 de Córdoba...

Sí, pero el tiempo corre muy rápido y en el fútbol no hay pasado, sólo presente. Ahora sólo pienso en el partido ante el Hércules y ojalá podamos sacar ventaja del factor campo que tenemos a nuestro favor.

Se asustó al ver desde la grada la salida en tromba del Hércules ante el Albacete...

Aquí ya nos conocemos todos y el Hércules tenía que salir así porque todos los demás rivales directos habíamos ganado.

Tote, Peña, Calatayud, Delibasic, Portillo... ¿Con quién se queda?

Cualquier jugador del Hércules te puede decidir partidos, se trata de una de las mejores plantillas de la parte alta de Segunda. En la primera vuelta se benefició de la buena dinámica de la temporada pasada y además ha apuntalado la plantilla que ya tenía con grandes refuerzos, sobre todo en los laterales. Con Mandiá rozó el ascenso y aún así se ha fortalecido.

Y de Farinós qué me dice...

Pues que no me cabe ninguna duda de que el año que viene va a jugar en Primera División. A lo mejor había dudas sobre su rendimiento cuando lo fichó el Hércules, pero lleva dos temporadas a un nivel extraordinario y se merece regresar la próxima temporada a lo más alto.

Lo que está haciendo el Cartagena, un recién ascendido, tiene un valor increíble...

La mayoría pensaba que nos íbamos a deshinchar, que habíamos empezado muy fuertes la Liga y que tarde o temprano bajaríamos de ahí arriba. Pero no ha sido así. Tiene un mérito espectacular lo que estamos haciendo porque muchos de mis jugadores ni siquiera habían jugado en Segunda. Tuvimos el acierto de fichar a jugadores como Cygan, De Lucas o Víctor, que lo han sido todo en el fútbol, y aún así transmiten muchos valores, ya que tienen más hambre que nadie.

Las llamadas desde Alicante no dejarán de sonar en su móvil...

Así es, todo Alicante quiere venir a Cartagena, pero no es posible, ya que en el Cartagonova sólo caben 14.000 espectadores y los abonados ocupan casi un 80% del aforo. Al Hércules sólo se le han podido enviar 1.000 entradas, aunque estoy convencido de que podrían venir unos 7.000, como ya pasó en Elche. Creo que para el partido del domingo se podrían llenar dos estadios como el nuestro y es una pena.

Quienes le conocen bien dicen que entrenar al Hércules ha sido su sueño desde que comenzó en esta profesión...

Más que un sueño, es un reto. Estaría encantado de poder entrenar al Hércules porque soy alicantino y presumo de ello.