Un equipo que aspira a estar en Primera División no debería desaprovechar ocasiones como la de ayer; un equipo que el año que viene busca estar en la mejor Liga del mundo está obligado a ofrecer otra cosa, bien distinta a la que ofreció el Hércules. El Montilivi de Girona reflejó un empate a un gol tras un encuentro que siguió el guión de tantos otros disputados esta temporada lejos del Rico Pérez. El Hércules, una vez más, se adelantó en el marcador, pero acabó desinflado y sin ideas tras encajar el primer golpe, que no supo esquivar nada más aparecer el primer aprieto. A base de fútbol horizontal, sin ideas creativas en el campo ni proyecto reparador en la dirección del banquillo, los herculanos tiraron ayer la primera gran ocasión de colarse en la zona de ascenso, incapaces de hacer daño a un equipo que, lejos de mostrar conformismo -como apuntaban las malas lenguas- salió al terreno de juego a comerse el césped (algunos comentarios que circulaban por Montilivi apuntaban a una prima de 300.000 euros procedente de los rivales directos del Hércules en la parte alta). Sea como fuere, el pecado alicantino fue dejarse empatar pronto y carecer, acto seguido, de sentido de la orientación para superar esa adversidad.

El Hércules salió mostrando buen talante. En apenas siete minutos contabilizó tres ocasiones de gol. Se adueñó del centro del campo y enseñó las uñas presionando a un rival que inició el camino abrumado. Un primer aviso de Delibasic en un remate de cabeza de espaldas y otro cabezazo de Sergio Díaz que salió lamiendo el poste fueron la antesala del primer gol (minuto 7) que adelantaba a los herculanos merced a una excelente recuperación de Delibasic en la esquina que propició la cesión al área donde Danciulescu armó perfectamente la pierna para inaugurar la contienda.

Del esperanzador inicio se pasó pronto a la niebla espesa. De jugar dos metros por delante, el Hércules pasó a jugar dos metros por detrás. Cedió terreno y el Girona se fue creciendo. Así apareció una acción preciosa de Xumetra que se revolvió en una baldosa para superar con habilidad a la defensa alicantina y marcar a placer. (1-1, m. 19). Tal y como pasó en el partido ante el Levante, el Hércules quedó desorientado. Cedió su poder en la medular y dio alas a su oponente, dispuesto a maltratar a quien le invitaba a ello. A la media hora, Peña salvó desde la misma línea de gol un nuevo tanto gerundense.

Brújula perdida

A base de juego horizontal y la brújula perdida, el Hércules se mantenía tocado sobre el césped. Con Tiago perdido por el centro, Gerard y Matamala ocuparon el espacio vital para marcar el ritmo. En la segunda parte el Hércules recuperó el control, pero fue incapaz de trazar nada digno de premio. Sólo disparó en un par de ocasiones a puerta. Tote permaneció desaprovechado por la derecha y el equipo ni encontró huecos ni supo crearlos. De hecho solo fue capaz de generar una cosa: desilusión.

Para colmo el madrileño vio la quinta amarilla y, más tarde, Farinós fue expulsado injustamente por una supuesta agresión que nadie vio. Negro panorama

GIRONA: 1 . Jorquera, Galan, Jose, Cañas, Migue, Matamala, Gerard (Dorca,70), Xumetra, Kiko Ratón, Moha (Juanma, 61) y Peragón. HÉRCULES: 1 . Calatayud, Juanra, Peña, Sergio Rodri, Sergio Díaz, Farinós, Tiago Gomes, Danciulescu (Portillo,80), Delibasic, Tote (Kiko, 67) y Sendoa (Cristian,77). Goles. 0-1, m.7, Danciulescu; 1-1, m. 19, Xumetra.?a ÁRBITRO: Hevia Obras (castellano leonés) TA T. amarillas:Amonestó con tarjeta amarilla a Xumetra, Gerard, Cañas, Matamala (Girona) y Sergio Díaz, Tote(Hércules) Tr T. rojas: Mostró roja a Farinós e Estadio: Montilivi ante unas 3.300 personas..