"Ha sido todo muy duro, pero prefiero mirar para adelante, no para atrás". Manuel Ruz no le desea ni a su peor enemigo la temporada que le está tocando vivir. Una brutal entrada de un jugador del Almería le dejó la rodilla derecha hecha trizas, pero lo peor estaba por llegar. Realizó una rehabilitación ejemplar en una pequeña localidad asturiana, con un fisioterapeuta de su confianza, pero se topó de bruces con una infección en la rodilla intervenida que se convirtió en una pesadilla: tres meses en cama y varias intervenciones quirúrgicas en la articulación. Tal fue la gravedad de la situación que el propio Ruz no quiso desvelar ayer el número de artroscopias a las que se sometió "para no alarmar a nadie". Desde ayer entrena con el respaldo del alta médica que le dio el doctor Gastaldi el pasado martes. Como valenciano de ley, apuesta por el ascenso de los tres equipos de la Comunidad.

¿Cómo va esa rodilla derecha?

Muy bien. El martes me dio el alta médica el doctor Gastaldi y ahora me encuentro cada vez mejor junto a mis compañeros.

¿Se ha puesto fecha para regresar a la competición?

Voy poco a poco. Llevo un par de semanas metiéndome con el grupo a entrenar y ahora todo depende de que recupere el tono físico porque he estado mucho tiempo sin trabajar al mismo ritmo que todos. Las sensaciones son muy buenas y todo depende de que Esteban Vigo confié en mí. Hace cinco meses que me lesioné y ahora estoy muy contento por poder entrenar y estar junto a mis compañeros otra vez.

Insiste su compañero Calatayud en que disfruta cada entrenamiento tras estar apartado de sus compañeros en el Racing de Santander. A usted le sucederá algo parecido tras tanto tiempo entre médicos...

La sensaciones son muy buenas, he pasado de pensar en dejar el fútbol a volver a entrenar con normalidad y el cambio es brutal.

¿De verdad que se planteó colgar las botas con 24 años?

Por supuesto, es algo que podía haber pasado por la infección.

¿Sabe ya cómo se produjo esa infección?

Es un virus que estaba en la piel y después pasó a la rodilla, por lo que frenó toda la recuperación y el trabajo que estaba haciendo (de casi ocho horas diarias en Asturias con el mismo fisioterapeuta que supervisó la recuperación del central Sergio Díaz el año pasado).

¿Cuántas artroscopias le realizaron para eliminar la infección?

Varias, no quiero decir cuántas para no asustar a nadie. Fueron tres meses muy duros y gracias a Dios lo saqué adelante. Ahora prefiero mirar hacia delante y no hacia atrás. Cada entrenamiento es un premio y sólo pienso en poder ayudar a mis compañeros en estos ocho últimos partidos de Liga, que son apasionantes.

¿Ha sentido el respaldo del vestuario durante su convalecencia?

El grupo me ha tratado de manera genial, muchos compañeros han estado cerca de mí y también el cuerpo técnico se preocupó mucho. Las llamadas eran constantes y tengo que agradecerlo porque en esos momentos valoras mucho cualquier palabra de ánimo.

Farinós dice que sufre más en el campo que en la grada. ¿Le sucede lo mismo?

No, yo sufro muchísimo en la grada porque sientes impotencia. No puedes ayudar a tus compañeros y eso es lo peor que te puede pasar, te comen los nervios cuando estás sentado. En el campo te podrán salir mejor o peor las cosas, pero por lo menos está en tu mano cambiar la situación.

¿Cree que el equipo ha dejado ya atrás la crisis de juego y resultados de los dos últimos meses?

La victoria contra el Salamanca nos hacía mucha falta y la confianza del grupo ahora es mayor. Pero todo dependerá de los resultados de los siguientes partidos, en los que espero poder ayudar a mis compañeros.

La mayoría de sus compañeros vaticinan que con 70 puntos se consigue el ascenso...

Yo no hago números, pero tengo claro que el Hércules depende de sí mismo porque es segundo y muchos cambiarían su situación por la nuestra. La Segunda División es una locura. Hace dos semanas parecía que lo teníamos todo perdido y ahora estamos en una situación casi inmejorable. Lo que está claro es que quedan ocho finales y que cada semana puede pasar cualquier cosas porque esta competición está más igualada que nunca.

Según Delibasic, ganar el próximo domingo en Valencia supondría medio ascenso...

Es un partido importante porque nos enfrentamos a un rival directo, pero no creo que sea decisivo porque todavía quedarán 21 puntos en juego, que son muchos.

¿Cuál es su terna de equipos favoritos para ascender?

No hay favoritos porque casi todos los equipos estamos en una situación similar. A mí me gustaría que subieran los tres equipos valencianos (Hércules, Levante y Elche). Eso sería lo mejor para todas las aficiones y los partidos de rivalidad serían espectaculares.

Su renovación quedó en nada...

No me han dicho nada. Sé que tengo un año más de contrato si logramos el ascenso y ojalá se cumpla, pero ahora eso no me preocupa.