Unas piernas esculpidas, unos hombros pincelados y un pecho tallado en piedra. Así es Elisabetta Canalis, que además de ser una presentadora con mucho éxito y estar casada con Geoorge Clooney, también triunfa en otros ámbitos.

La revista 'Vogue España', ha quedado eclipsada con la presencia de una chica de 32 años con shorts, bailarinas, amplia rebeca, pelo recogido y cara lavada. Su nombre es Elisabetta Canalis.

Risueña y con expresión muy juvenil, la presentadora italiana ha hablado para la revista sobre su vida más personal: Su novio, sus dietas y sus proyectos profesionales.

La quintaesencia de la carnalidad ha sabido conquistar durante sus 10 años de profesión y no, la chica que nació en Cerdeña no quiere convertirse en modelo o actriz: "Soy presentadora. Es lo que hice, y lo que sigo haciendo. A veces me llaman para hacer un papelito y, si puedo, lo hago feliz. Pero no soy capaz de interpretar cualquier cosa, y no soy actriz".

Además, la profesión tras el micrófono confesó que su participación en el Festival de San Remo le ha "abierto muchas puertas" aunque su sueño sería "conducir un programa musical".

En cuanto a su vida sentimental, Canalis es consciente de que medio mundo la envidia. "Muy afortunada", lo describe felizmente.

Caldeando el tema y dejando la miel en los labios de cualquier mujer, la musa de Cavalli reconoce estar "muy satisfecha con todo" lo que tiene George Clooney. Además confiesa un secreto: "Lo primero en lo que me fijo en un hombre es en su clase y su amabilidad".

Durante la entrevista surge la palabra 'dieta', esa gran desconocida para la presentadora: "Hay quien podría odiarme. No bebo dos litros de agua, y puedo dormir cinco o seis horas y estar perfecta".

"El gimnasio me aburre, es todo genética, como mi madre", añade mientras su representante asegura que Elisabetta "come como un animal".