Una juez de Los Ángeles resolvió este martes que la actriz Lindsay Lohan violó su libertad condicional por los cargos relacionados con un caso de conducción bajo les efectos del alcohol en 2007, y deberá pasar 90 días en prisión.

La juez Marsha Revel afirmó que la celebridad, que rompió a llorar al conocer el veredicto, no cumplió con su obligación de asistir semanalmente a unas clases orientativas sobre el uso del alcohol.

La sentencia incluye 30 días de prisión por conducción temeraria, y otros 60 días por dos cargos al conducir bajo los efectos del alcohol.

Cheryl Marshall, copropietaria del programa de clases educativas Right On, el que siguió Lohan, testificó que la actriz violó la orden judicial de asistir a esas clases, y aseguró que faltó hasta en nueve ocasiones a su cita.

Además de esa pena, la artista deberá acudir durante tres meses a un programa de rehabilitación.

"No me tomo esto como una broma", dijo Lohan en la vista judicial. "Es mi vida. Es mi carrera. Soy responsable de mis acciones. Lo he hecho lo mejor que he podido. No quiero que piense que no la respeto", le aseguró a la juez.

Lohan deberá entregarse a la Corte el próximo día 20.

A finales de mayo, Revel ordenó la detención de la protagonista de "Mean Girls" después de que ésta no compareciera a la vista para revisar su caso.

Entonces, Lohan puso como excusa que se encontraba en el festival de cine de Cannes, en Francia, y que alguien le había robado el pasaporte.

Revel se reunió con los abogados de Lohan, que obtuvo la libertad condicional tras pagar 100.000 dólares, y ordenó que la artista llevara en todo momento una pulsera que detecta la ingesta de alcohol.

El pasado 8 de junio, Revel volvió a ordenar la detención de la actriz por violar de nuevo los términos de su libertad condicional y le impuso una fianza de 200.000 dólares.

La pulsera, según se dio a conocer por la prensa local, se activó durante la gala de los MTV Movie Awards, en la noche del 6 de junio, aunque la juez no especificó en qué forma Lohan violó su libertad condicional.

Revel ordenó entonces que la joven se sometiera a controles aleatorios de drogas, una vez por semana, a cambio de evitar la cárcel.