Es la tercera película de ficción de Mikel Rueda ( Estrellas que alcanzar, A escondidas). Con guion del propio realizador, se da la curiosa circunstancia de que los protagonistas de El doble más quince, Maribel Verdú y Germán Alcarazu, eran los mismos de Caminan, un corto que Rueca rodó en 2016. En palabras del cineasta, estamos ante un pequeño relato sobre la vida, y sobre lo difícil que nos resulta comprenderla. «Una historia de pérdida y encuentros. De amor y sexo. Pero sobre todo es una historia que nos ayuda a ver la parte más humana de nosotros mismos», afirma.
Ana y Eric están perdidos. No tienen ni idea de qué hacer con el resto de sus vidas. Un día se conocen en un chat. Se sacan el doble más quince años, están completamente perdidos y no saben por dónde les pega el aire, y ni siquiera hacia dónde sopla. Erik está en plena adolescencia, pero no la vive como todos los demás. Su situación familiar le ha obligado a convertirse en un adulto antes de tiempo y está aterrado».
