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Judy

La caída de un mito

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Explora los últimos meses de vida de la mítica actriz Judy Garland y es un biopic que nos devuelve a una Renee Zellweger, en el papel de la protagonista, en su mejor forma, que está nominada al Óscar. Sobre un guion de Tom Edge, el director Rupert Goold, que solo había dirigido una película en la pantalla grande, Una historia real, ha luchado lo indecible para acercarse a la intimidad de una estrella en decadencia profesional y física, pero con deseo de volver a triunfar.

Invierno de 1968: la leyenda del mundo del espectáculo Judy Garland (Renée Zellweger) llega al vanguardista Londres de los años sesenta para actuar en una abarrotada sesión en la sala The Talk of the Town. Han pasado treinta años desde que saltara al estrellato con El mago de Oz y, si bien su voz se ha debilitado, su fuerza dramática no ha hecho más que crecer. Mientras se prepara para su actuación, lidia con los organizadores, encandila a los músicos, y se sumerge en recuerdos entre amigos y fieles admiradores, saca a relucir su ingenio y su afabilidad. Incluso sus ensoñaciones románticas parecen seguir intactas, pues se lanza a cortejar a Mickey Deans (Finn Wittrock), su futuro quinto marido. Sin embargo, Judy se halla en un estado de fragilidad. Agotada tras haber trabajado 45 de sus 47 años; perseguida por los recuerdos de una infancia entregada a Hollywood; sumida en el deseo de retornar a casa con sus hijos. ¿Tendrá las fuerzas necesarias para continuar?. Contando con algunas de sus canciones más conocidas, incluyendo el clásico atemporal Over the Rainbow, Judy celebra la voz, la capacidad de amar y el irrepetible estilo de «la mayor artista del mundo del espectáculo». En un intento desesperado por ganar dinero para poder cuidar de sus hijos, Judy aceptó un lucrativo empleo durante cinco semanas en la sala The Talk of the Town, de Londres, el moderno local de restauración y espectáculos de cabaret de Bernard Delfont. Londres representaba uno de los últimos recursos que le quedaban a Judy en muchos sentidos. La capital británica era uno de los últimos sitios que aún conservaba un recuerdo de Judy afectuoso y sin enturbiar. Para Judy se trataba de un cambio de rumbo en su vida y de una oportunidad para sobreponerse a las críticas y demostrarse a sí misma y a los demás que aún tenía lo que hacía falta.

«Yo soy una de los millones y millones que, a lo largo de generaciones, se enamoraron de ella», comentó Renée Zellweger, en alusión a su personaje en la película Judy. «Es apreciada y reconocida a nivel internacional posiblemente como la mayor artista que nunca ha habido en la industria del entretenimiento». Y, a pesar de ello, la Judy Garland de 1969 era muy diferente a la niña prodigio de los años treinta y la estrella de Hollywood de los cuarenta y cincuenta. Sus duros avatares vitales la volvieron inestable y, a medida que se agotaban sus ofertas de trabajo, fue sumiéndose en el endeudamiento y terminó perdiendo su hogar.

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