A los 13 años ya iba por los pueblos bailando y a eso ha dedicado toda su vida. Coreógrafa, actriz, profesora, pero sobre todo bailarina. «Esa emoción, ese silencio del teatro, bailar con el corazón y que el público después salga contento es maravilloso.

P No me creo que ya no baile.

R Todavía hago alguna cosilla, no como antes porque no salía del escenario. Ahora también se hacen cosas con argumento y al tener más expresividad te cansa menos, puedo desarrollar personajes como Bernarda Alba; también hago coreografía y estoy con los artistas de mi museo del baile flamenco. Sigo vinculada el baile.

P ¿Ahora se baila más y mejor?

R Bueno, técnicamente es diferente. Antes, en el flamenco dedicabas menos tiempo a la técnica. La técnica la tienes que poner al servicio de tus sentimientos y tu arte, te da libertad para saber expresarte, pero hay que bailar con el corazón. Y el flamenco también se mantiene muy vivo porque se van haciendo cosas nuevas, algunas están bien y otras regular. En el flamenco hay muchas formas de expresarse.

P ¿Cuáles son las regulares?

R Pues las que usan la palabra flamenco y no es flamenco. En el flamenco hay que conservar las raíces, la esencia, no siempre bailar igual, desde luego, hay que innovar, pero no expresarte de una manera que la gente vea que no es flamenco.

P ¿No es partidaria de la fusión?

R Yo soy partidaria de que hay que hacer las cosas bien. Las fusiones a veces son confusiones, pero si haces una fusión que lo que más destaque sean los movimientos y los sonidos del flamenco, pues claro.

P Tener un museo con su nombre, el del Baile Flamenco Cristina Hoyos de Sevilla no es poca cosa...

R Pues sí. Para seguir vinculada al baile iba a poner una escuela pero pensé que el flamenco merecía tener un museo, bueno el baile más bien, que es lo que yo he hecho siempre. Quería dar al baile lo que el baile me ha dado a mí. He cumplido muchos sueños, no pensaba que iba a estar con el mejor, Antonio Gades; que iba a tener una compañía propia; que iba a hacer cuatro películas... son sueños cumplidos.

P ¿Qué echa de menos en el flamenco actual?

R No echo nada de menos. Ahora hay muchísima más gente que baila, también más guitarristas y cantaores. Hay más competencia. Y lo que hay que hacer es crearte tú una personalidad propia. Ahora la fama es más efímera, antes una gran bailaora estaba en el candelero cuarenta años.

P ¿Usted ve a Rosalía, convertida en un fenómeno, y ve algo de flamenco en ella?

R Creo que las cosas hay que probarlas. Rosalía ha probado, le gusta Andalucía y la palabra flamenco es una manera de atraer a un público determinado. Y prefiero que una artista española sea internacionalmente reconocida que otra de otro sitio.

P Sabe que aquí al lado, en Elda, nació Antonio Gades.

R Por supuesto, he estado más de 20 años con él como pareja de baile. Para mí era el mejor. Todavía no ha habido un bailaor tan completo como él.