Está basada en el libro de James Frey y es el segundo largometraje de la realizadora inglesa Sam Taylor Johnson, que adquirió un relieve internacional tras haber firmado 50 sombras de Grey.
James es un alcohólico drogadicto de 23 años que tiene dos opciones: someterse a tratamiento o morir. Tras despertarse en un avión con la cara destrozada y sin el más mínimo recuerdo de las últimas semanas, decide entrar en una clínica de rehabilitación, donde se encuentra con mucho más que desintoxicación y terapia. Mientras James soporta el espantoso proceso de curar su machacado cuerpo, sana su alma rota a base de conectar con otros espíritus afines que también ansían una vida mejor por la que están dispuestos a luchar.
Respondiendo a las preguntas de la prensa, Sam dijo que leyó el libro en 2003. «Podía sentir -señaló- cada momento, me conmovió, me hizo reír y llorar. Vi el enfoque que se le podía dar a la película, pese a que entonces todavía no era realizadora. Me encantó la forma tan particular que tenía James de contar la historia, los personajes y lo redentor que resultaba su viaje».
Sobre si el autor de la novela intervino en el proceso de creación de la película, Sam Taylor Johnson aseguró que se mostró muy generoso desde el primer momento. «Nos dijo que hiciéramos la película, creáramos una obra de arte, y que estaba disponible si lo necesitábamos. Siempre atendió nuestras llamadas para resolver nuestras dudas cuando nos hizo falta. Nos visitó una sola vez durante el rodaje, nos dio su bendición y nos dejó en paz para que hiciéramos nuestro trabajo». El actor protagonista Aaron Taylor-Johnson está casado con Sam Taylor Wood. Se conocieron en 2009, en el set de rodaje de Nowhere Boy -o Mi nombre es John Lennon, una película sobre la adolescencia de John Lennon y la creación de su primera banda, The Quarrymen- donde él era el actor principal y ella la directora cuando él tenia 18 y ella 42.
