Describe las andanzas de Marie Colvin, una de las corresponsales de guerra estadounidenses más famosas de nuestra historia reciente y una mujer que no le tiene miedo a nada y que arriesga su vida a diario para dar voz a las víctimas de la guerra desde primera línea de batalla. Durante los primeros años se siente cómoda compartiendo martinis con la élite de Londres mientras combate dictadores en todo el mundo. Pero los distintos traumas que va acumulando en cada nueva misión acaban tomando el control de su vida personal, que poco a poco se va desmoronando. Aun así, su empeño en mostrar el lado más cruel de la guerra le lleva a embarcarse en la misión más peligrosa de toda su carrera en la ciudad sitiada de Homs, Siria.

De vuelta en casa, los conflictos van haciendo mella en Colvin. Sufre un claro síndrome de estrés postraumático y le da un ataque de pánico en Londres. Después de una conversación íntima con una amiga, accede a buscar ayuda profesional en un hospital local. Si bien parece que va encontrando algo de estabilidad, Marie se agobia en el hospital y está ansiosa por volver al trabajo que tanto le apasiona: ponerles cara a los conflictos armados internacionales. Los años van pasando y Colvin sigue cubriendo los conflictos más peligrosos, viajando incluso hasta Afganistán para cubrir los ataques de los talibanes a la población local y a los convoyes de ayuda humanitaria enviados por EE UU. De vuelta en Londres, se enamora de Tony Shaw, un excéntrico empresario que ha conocido en una fiesta, pero es incapaz de adaptarse a la vida normal. Al poco tiempo está de nuevo al pie de la noticia, esta vez en Libia, en plena Primavera Árabe, mientras los rebeldes amenazan con acabar con el régimen de Gadafi. La película está protagonizada por Rosamund Pike, Jamie Dornan, Tom Hollander y Stanley Tucci y ha sido dirigida por M atthew Heineman según un guion de Arash Amel, basado en el artículo de la revista Vanity Fair Marie Colvin's Private War, escrito por Marie Brenner. Es la primera película de ficción de Heineman, que se había dedicado hasta ahora exclusivamente al documental.

Según el director, «ella fue una de las periodistas más reconocidas de nuestra época. Una mujer valiente y rebelde, dispuesta a arriesgarlo todo por contar una historia. Demostró tener nervios de acero en situaciones de peligro, y destacaba por su deseo de contar de primera mano el sufrimiento que causa la guerra. Quería que el mundo fuera tan consciente como ella de las terribles atrocidades que tan a menudo ignoramos».