Es el regreso de Zhang Yimou al cine que mejor plasma sus virtudes y su rigor a la hora de acercarse a la China histórica y a la realidad de un país heredero de una cultura milenaria. Una vuelta que trata de ocultar en alguna medida los defectos su última cinta, La gran muralla, que no forma parte, precisamente, de su obra más inspirada. El autor de títulos de la categoría de Sorgo rojo, Qiu Ju, una mujer china, Vivir, El camino a casa, Amor bajo el espino blanco y, entre otras, Regreso a casa, aporta su estilo completamente original a esta épica historia de batallas, imágenes que contrastan la tradición china de siglos de pintura con lavado de tinta con secuencias de lucha de altísimo nivel y unos efectos deslumbrantes.

El director reinterpreta el clásico Tres reinos: la épica de Jingzhou. El drama de acción Sombra nos cuenta la historia de un poderoso rey y su gente que han sido expulsados de su tierra natal y desean recuperarla. El rey es salvaje y ambicioso, pero sus motivos y métodos son misteriosos. Su gran general es un visionario que no anhela más que la victoria en la batalla final, pero necesita mantener sus planes en secreto. Las mujeres del palacio son figuras trágicas, atrapadas entre ser veneradas como diosas y tratadas como simples peones. Y luego está el plebeyo, un cualquiera alrededor del cual giran las inexorables fuerzas de la historia, siempre dispuestas a devorarlo.

«Esta es la historia -declaró Zhang Yimou- de un doble de cuerpo. Conocidos como «sombras», los dobles de cuerpo han existido desde la antigüedad. Una sombra debe estar lista para entrar en acción en ese momento crítico en que la vida de su maestro está en juego; una sombra debe combinarse perfectamente con lo real, de modo que lo verdadero y lo falso no puedan distinguirse. ¿Es él un hombre que pertenece a la luz? ¿O un fantasma, escondido en la oscuridad?

¿Quién vivirá? ¿Quién morirá?»

«Pero también descubrí -añadió-que a pesar de las numerosas películas de época que se realizan en China cada año, ninguna ha abordado este tema, lo que reforzó mi impulso de hacerla. La película es una reimaginación de la epopeya de Jingzhou». Y en cuanto a los temas centrales del cuento clásico que inspiró la película, afirmó que China es un país con un largo pasado histórico, y muchas de sus películas y series de televisión están inspiradas en verdaderos eventos históricos o versiones ficticias de la historia. «Sin embargo, -recalcó -todos estamos supeditados por las leyes de la historia, aunque sean invisibles, mandamientos que nunca ignoraría. No crearía historias sin fundamento histórico real. En última instancia, esta película trata sobre la lucha, la supervivencia, los terribles problemas y la ambición salvaje».