Nunca antes había pensado realmente en ese momento de la historia; nadie podría haber sabido lo que deparaba el futuro, y menos aún, el derrotado pueblo alemán. Parecía como una gran colisión entre un telón de fondo extraordinario e inspirador y una historia muy personal y creíble». En estos términos expresaba el productor Jack Arbuthnott el sentido de El día que vendrá, una película ambientada en 1946. Rachael Morgan (Keira Knightley) aterriza en las ruinas de Hamburgo en pleno invierno para reunirse con su marido, Lewis (Jason Clarke), un coronel británico que recibe la misión de reconstruir la ciudad destruida. Pero cuando van a mudarse a su nueva casa, Rachael descubre asombrada que Lewis ha tomado una decisión inesperada: compartirán la enorme casa con sus antiguos propietarios: un viudo alemán (Alexander Skarsgård) y su atormentada hija. En esta atmósfera cargada, la hostilidad y el dolor dan paso a la pasión y la traición.

La película está dirigida por James Kent, que solo había dirigido un largometraje para la pantalla grande ( Testamento de juventud), y está basada en el libro de Rhidian Brook, con un llamativo reparto.

El escenario es una Alemania que se repartió entre los británicos, los estadounidenses, los rusos y los franceses. Su misión conjunta era ayudar a reconstruir una nación devastada por la guerra. La ciudad portuaria de Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania después de Berlín, sufrió un devastador bombardeo de cinco días de duración por parte de las fuerzas aliadas en 1943, el cual mató a 100.000 personas y causó la destrucción de unas 2.500 hectáreas. Millones de ciudadanos alemanes se encontraron sin hogar o sin comida, combustible u otras necesidades cuando llegaron los británicos. Después del cese de las hostilidades, se prohibió a la población nativa participar en sus propios asuntos.

Rhidian Brook utilizó la semilla de la increíble historia de su propio abuelo como inspiración para esta historia. El coronel Walter Brook fue uno de los oficiales ingleses enviados a Alemania para recuperar el país después de años de muerte y destrucción. Brook, gobernador de un distrito cercano a Hamburgo, solicitó una casa para su familia, pero decidió no desalojar a sus propietarios alemanes. Así, dos familias, que meses antes habían estado en lados opuestos del conflicto mortal, se encontraron compartiendo una casa, en un acuerdo que duró cinco años. Walter Brook fue la inspiración para el coronel Lewis Morgan, el cultivado y altruista oficial del ejército que permite a Stephan Lubert, un arquitecto que espera el permiso para trabajar nuevamente, quedarse en su mansión en el Elba. «Aunque los eventos que se muestran en El día que vendrá son de mi propia creación, esta historia no se podría haber escrito sin el irrepetible acto de bondad de mi abuelo», afirmó Rhidian Brook.