Ha sido definida como una comedia a lo Woody Allen en la que los personajes conversan, comen, beben... y hacen siempre el amor. Está dirigida por el cineasta galo Olivier Assayas (Finales de agosto, principios de septiembre, Las horas del verano, Después de mayo, Viaje a Sils María). Aquí se asoma a la realidad cotidiana de Alain, un exitoso editor parisino con muchísimas contradicciones: ama a su mujer Selena, pero tiene un lío con una compañera de trabajo, odia el último libro de su amigo Léonard pero lo publica, siente pasión por las ediciones antiguas de libros pero no se separa de su lector de ebooks... Y Selena, a su vez, se siente estancada como actriz en una famosa serie de televisión pero es incapaz de dejar el trabajo, al igual que su affaire con Léonard. A resaltar como se merece el duelo interpretativo entre dos verdaderos ídolos de los aficionados franceses, Guillaume Canet y la siempre espléndida Juliette Binoche. A la hora de describir su película, Assayas señala que desde siempre nuestro mundo está en constante cambio. «El gran desafío es filtrar, saber qué es lo más importante de todo lo que cambia y qué necesita nuestra adaptación o no. Al fin y al cabo, de eso va la política y el mundo de la opinión. La digitalización de nuestro mundo y su reconfiguración en algoritmos es la cara visible de un cambio que nos confunde y abruma».