Como no podía ser de otra forma, porque sigue siendo el más brillante creador de personajes de ensueño en su increíble factoría, llega de la mano del mago Walt Disney, pero ahora viene acompañado de otro genial fabulador, Tim Burton, responsable de títulos tan fascinantes e imaginativos como Alicia en el país de las maravillas, Charlie y la fábrica de chocolate o Eduardo Manostijeras, componiendo un dúo sin precedentes en el campo de la fantasía y de la animación. Lo hacen con un empeño realmente encomiable y valiéndose de las instalaciones de un circo que da cobijo a una de las criaturas más entrañables y deliciosas de la historia del cine, Dumbo, el tierno bebé elefante.

Protagonista ya de un largometraje de apenas de 64 minutos de dibujos animados, que estaba basado en un cuento de Helen Aberson y Harold Peral, que no aparecían en los créditos, que se estrenó en 1941, se presenta a las nuevas generaciones en una cinta con personajes reales. Eso sí, aceptando la discutible premisa de que sea «real» un animal totalmente elaborado por ordenador.

Burton, con la sólida cobertura del nuevo guion de Ehren Kruger, mantiene parte de la esencia del original, pero aportando nuevas cosas y hasta un sentido diferente. Y en esta peculiar revisión de la cinta el circo sigue siendo un fundamental lugar de encuentro. «La idea de escapar para unirme a un circo es una idea que siempre he tenido», dijo Burton. «Nunca me gustó el circo con animales en cautividad, esos inquietantes números que desafían a la muerte y, que no se me olvide: ¡los payasos! Pero sí que comprendía el concepto y me identificaba con una extraña familia de marginados que no encajan en la sociedad, personas que reciben un trato diferente. De eso trata Dumbo».

La película logró el favor del público y de la crítica, ganando un Oscar a la banda sonora ( Frank Churchill, Oliver Wallace). La tierna e inolvidable canción Baby Mine también fue nominada a un Oscar. La entrañable relación madre-hijo, que tan bien ilustra Baby Mine es una de las muchas razones por las que el público lleva generaciones identificándose con esta historia. «La imagen de Dumbo es icónica en todo el mundo», dice el productor Derek Frey. «La gente reconoce al instante al bebé elefante con orejas grandes. Es posible que no recuerden todos los momentos de la historia, pero recuerdan los momentos más tiernos, así como ciertas realidades del mundo que no esperaban ver en una película animada. Es el tipo de historia que forma parte de tu alma de niño».

La película animada se cuenta a través de los ojos de Dumbo, que no habla en la película; los humanos de la historia eran personajes en segundo plano, villanos de muchos estilos. La versión de Burton no sólo amplía la trama, sino que sus personajes humanos se convierten en piezas fundamentales de la narración: sirven para interpretar la aventura del bebé elefante de forma que todos nos podemos identificar con ella. «Es una historia preciosa», dice Burton. «La idea de un elefante volador es una historia muy sencilla. Creo que por eso es tan popular y ha llegado al corazón de tantas personas, porque es básica y primitiva».

Según la productora Katterli Frauenfelder, eran muy conscientes del lugar que ocupa la película en el corazón de la gente. «Estamos en un mundo moderno con niños, sus padres y sus abuelos y todos conocen muy bien a Dumbo. Tim ha creado una versión nueva. Para Tim, el desafío consistía en elaborar una película que pudiera ser tan querida y provocar una respuesta emocional equivalente en un público actual».

Para Burton «era una oportunidad para contar la historia en un marco que la ampliase, pero sin rehacer el original. Me gustó ese enfoque. Tenía simplicidad emocional y no interfería con la línea básica de la cinta original».