Pretende ser una visión divertida del que es considerado por muchos como el mejor detective del mundo, Sherlock Holmes y es la segunda película del israelí Etan Cohen, que debutó en 2015 con Dale duro y que aquí se ha responsabilizado también del guion. Con una pareja de actores, Will Ferrell como Holmes y John C. Reilly como John Watson, que han logrado un cierto nivel de popularidad en Estados Unidos, la historia se abre cuando se descubre un cadáver en la tarta de cumpleaños de Holmes en el palacio de Buckingham. Parece que el responsable es nada menos que su némesis de toda la vida, el cerebro criminal conocido como James Moriarty, pero el famoso sabueso tiene dudas. A medida que su investigación descubre un nuevo giro tras otro, Holmes y Watson deberán afrontar la mayor amenaza a su colaboración. El experto detective y su fiable compañero deberán permanecer unidos para encontrar al asesino.