Se basa en una historia real que abrió el camino de la mujer a la conquista de sus derechos y describe el caso de Ruth Bader Ginsburg, una joven abogada y madre de familia que, junto a su marido el abogado Martin Ginsburg, cambió el curso de la historia con un singular caso sobre discriminación de género que cedió el paso a la igualdad en los tribunales. Es la cuarta película de la directora Mimi Leder, que no había dirigido para la pantalla grande desde que en 2000 rodó Cadena de favores. Antes, en 1997, realizó El pacificador y dos años más tarde Deep impact. El resto, hasta hoy, hay que buscarlo exclusivamente en la pequeña pantalla, en infinidad de series, sobre todo, y en alguna TV movie. Su regreso, por eso, al cine es casi un acontecimiento.

Ruth Bader Ginsburg era una joven abogada en apuros recién convertida en madre que debe afrontar todo tipo de adversidades y obstáculos en su lucha por la igualdad de derechos a lo largo de su carrera. Cuando acepta un pionero caso tributario con su marido sabe que podría cambiar el curso de su carrera y la forma en que los tribunales ven la discriminación por género. La película también recoge el romance entre Ruth y Marty, una pareja que triunfó tanto en lo personal como en lo profesional.

Mimi Leder comentó que tuvo una reacción visceral al leer el guion, inspirado en una historia real y escrito por Daniel Stiepleman, que es además el sobrino real de la jueza Ginsburg. «Tengo que hacer esta película», recordó Leder que pensó: «Me sentí inmediatamente identificada con la trayectoria de la jueza Ginsburg hasta llegar a convertirse en la persona que estaba destinada a ser». Leder se sintió impulsada a contar una historia de una mujer fuerte que, contra todo pronóstico, fue capaz de hacer realidad sus sueños, además de hacer avanzar a la humanidad en su lucha por la igualdad y el movimiento de los derechos de la mujer. Leder también sintió una cierta conexión con Ginsburg: «Quería contar su historia porque yo también he sufrido adversidades y discriminación, y he tenido que luchar por trabajos que han conseguido hombres inferiores», explicó. «Sentí que nuestras trayectorias tenían elementos comunes, al ser ambas madres, mujeres judías y disfrutar de una larguísima relación amorosa e igualdad en nuestra colaboración con nuestros maridos. Llevo 32 años casada. La jueza Ginsburg tuvo un matrimonio muy largo, que estuvo lleno de amor e igualdad, e influyó en nuestra película y en la metáfora de la cinta».

«Ruth, en muchos aspectos, es nuestra superheroína», explicó Mimi Leder. «En la película, los primeros 15-20 minutos, su época de Harvard, su época en Nueva York, son los momentos y los acontecimientos que sirvieron realmente para cristalizar quién es como persona». A Leder le atraía especialmente el aspecto humano de la formidable jueza del Tribunal Supremo. «Es alguien que sabemos que fue una pionera absoluta y una de las figuras políticas más influyentes de nuestros tiempos», opina.

Cuando la vemos inicialmente en la película, Ruth se encuentra estudiando Derecho en Harvard junto a su marido, Marty. Mientras aprende a mantener un equilibrio entre su papel de madre y su faceta de estudiante de Derecho, Ruth deberá afrontar adversidades en un entorno dominado por los hombres y a menudo hostil, en el que es una de las únicas nueve mujeres de toda su promoción.