Alberga un sorprendente relato de amor y secretos íntimo y constituye un análisis de las relaciones en edad avanzada, y una reflexión sobre la naturaleza humana en sus múltiples facetas. Con una historia que gira en torno a un matrimonio construido sobre la pasión, la ambición y un compromiso de gran magnitud que empieza a venirse abajo muchos años después. Este drama es una adaptación de la prestigiosa novela escrita por Meg Wolitzer, ambientado en los años 90 en su línea de tiempo principal, y en los años 50 y 60 en los flashbacks que nos muestran los inicios de la relación de la pareja. La dirigió el sueco Bjorn Runge y es su sexto largometraje, de los que solo uno, Happy end se vio es España.

Alguien dijo una vez que detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer... Detrás de Joe Castleman (Jonathan Pryce), reputado novelista, está Joan Castleman (Glenn Close), una buena esposa, poseedora de una belleza madura y natural, la mujer perfecta.

Joe es uno de los novelistas más destacados de Estados Unidos, y está a punto de recibir el Premio Nobel de Literatura; la impecablemente indulgente Joan, que se ha pasado cuarenta años ignorando su propio talento literario para mantener viva la llama de la carrera de su marido, definitivamente ha decidido poner punto y final.

Después de enterarse de que a Joe le han concedido el Premio Nobel, el matrimonio Castleman viaja a Suecia para la ceremonia. Joe Castleman, escritor malhumorado y algo arrogante, se ha vuelto adicto a los halagos y se obsesiona con sus propios galardones. Joan representa la imagen de la esposa servicial, feliz de ayudar a su marido incluso desde la sombra. Cuando asiste a los festejos del Premios Nobel con Joe, los colegas de profesión de su marido la ven con buenos ojos. Joe no tarda en explicarles que su mujer no se dedica a escribir, pero ellos no se imaginan que Joan tuvo una vez la ambición de ser escritora.