Es una de los últimas sorpresas del cine galo, presentada en la Semana de la Crítica de Cannes, la película mezcla el thriller de suspense y el drama rural con dosis de emotividad y con el afán de no caer en el sentimentalismo. Ganó tres premios Cesar incluidos el de Mejor Opera Prima y el de Mejor Actor para Swann Arlaud. Es la historia de Pierre, un joven treintañero criador de ganado. Su vida gira en torno a su granja, su hermana veterinaria y sus padres, antiguos dueños de la lechería. Cuando los primeros casos de una epidemia se difunden en Francia, Pierre descubre que uno de sus animales está infectado. No puede lidiar con la perspectiva de perder sus vacas, son todo lo que tiene y hará lo imposible para salvarlas.

El director Hubert Charuel, que debutó con este largometraje, conoce perfectamente el terreno que pisa en la cinta porque se crió precisamente en un entorno dedicado a la producción lechera. Tomó su propio camino y se graduó en Cine/Producción en 2011. Sus padres son granjeros que han superado la crisis láctea, debido a su arduo trabajo, pequeñas inversiones, pocos equipos nuevos y préstamos moderados. «Se necesita mucha inteligencia y trabajo -expresó- para sobrevivir. Me sentí bien, me las arreglé con las vacas, el inspector de lechería incluso les decía a mis padres: ¡Es un guardián! Me dio una segunda impresión».

«Construí -concluyó- relaciones de confianza con mi director de fotografía, mi ingeniero de sonido, mis editores y mi compositor, quienes trabajaron en Un héroe singular. Una persona en particular fue realmente crucial: Claude Le Pape, quien coescribió este largometraje y todos mis cortometrajes. Pero va mucho más allá: ha estado involucrado como asesor artístico en cada paso del camino en este proyecto, desde el casting hasta la edición, como un verdadero socio».