Bradley Cooper y Lady Gaga han unido sus talentos para representar la cruda y apasionada historia de Jack y Ally, dos almas artísticas que unen sus destinos tanto en el escenario como en la vida. El suyo es un viaje complejo a través de la belleza y el desamor de una relación que lucha por salir adelante. Es una nueva versión de la clásica historia de amor que cuenta con tres versiones muy conocidas, la de William A. Wellman de 1937 con Janet Gaynor y Fredric March, la de 1954 de George Cukor con Judy Garland y James Mason y, en menor medida, la de Frank Pierson con Barbra Streissand y Kris Kristoffersson. La novedad importante de este remake es que Bradley Cooper es el verdadero factótum de la película, ya que es responsable de la dirección, del guion y de la producción, además de incorporar al protagonista. Cooper, nominado cuatro veces al Oscar, debuta como director, y comparte el protagonismo junto a Gaga, la superestrella de la música nominada al Oscar que ha recibido multitud de premios. Este es su primer papel protagonista en una gran producción. Cooper encarna al veterano músico Jackson Maine, que descubre a Ally y se enamora de ella, una artista que lucha por salir adelante. Ally ha renunciado a su sueño de convertirse en una cantante de éxito, hasta que conoce a Jack, que reconoce inmediatamente su talento natural. La película también está protagonizada por Andrew Dice Clay, Dave Chappelle y Sam Elliott, cuya carrera de casi 50 años abarca magníficas interpretaciones.

Además de dar vida a Ally, Gaga interpreta canciones originales de la película con Cooper, que escribieron con un grupo de artistas, incluidos Lukas Nelson, Jason Isbell y Mark Ronson. La música es original y todas las voces de la película se grabaron en directo durante el rodaje.

«Nunca pensé, '¿Qué hago para que sea original?' Lo único que sabía es que debía ser auténtico para así contar la historia que quería contar», dice Cooper.