Aguacates ha abierto la caja de pandora y ha sacado al Juanjo Artero más gamberro. Dice que el texto del alcoyano Tirso Calero, con el que también se mete a diario en los hogares a través de la serie Servir y proteger, es como darle a un niño un patinete que vuela. Mañana y el domingo se subirá al escenario del Teatro Principal de Alicante con esta comedia en la que le acompañan Jesús Cabrero, Lucía Ramos y Ricardo Saiz.

Vemos a Juanjo Artero en un papel poco habitual, metido de lleno en una comedia bastante loca, de ritmo frenético que apuesta por el carpe diem.

Sí, sí. Solo se vive una vez es el eslogan. Es una comedia con mucho ritmo y muy divertida. Es una gamberrada, que está muy bien hacer el gamberro, y mi personaje más, que es un aventurero profesional, medio fantasma, con un ego grande pero un gran corazón a la vez. Es una comedia de contrastes entre los personajes y el espectador se ríe antes de que pasen las cosas al saber lo que va a pasar. Es muy curioso lo de la comedia porque a veces te sorprende en el escenario. Por eso empiezas a aprender a hacer la función porque aprendes lo inteligente que es el espectador.

¿Se siente cómodo en ese rol?

Me siento muy cómodo, me divierto, gamberreo como actor.

También es un alegato contra la intolerancia y una crítica social. ¿El humor es un buen vehículo para hacer esto?

Totalmente. Muchas veces las trabas nos las ponemos nosotros marcadas por la sociedad pero hay que vivir como sientes. El humor es la mejor vaselina, la mejor forma de profundizar en temas muy graves.

La política aparece en la obra porque el protagonista aspira a ser presidente del Gobierno.

En su partido como van rodando cabezas cada vez es más futurible. Pero es anecdótico, no pretende criticar a nadie.

No parece tan divertida la realidad política en la que vivimos como en esta obra...

Bueno, todo hay que mirarlo con humor y con esperanza. Si estamos mal, pues solo puede ir a mejor. Aunque también podía ser peor. Tiene que venir una época de diálogo para que se hable y se llegue a acuerdo. Lo que me gustaría es que se tranquilizara todo y creo que lo piensa todo el mundo, de todas las ideologías. Y si se han hecho cosas mal que se corrijan.

El texto es del alcoyano Tirso Calero, autor además de la serie Servir y proteger

Le conocí en Alicante en unos coloquios que hubo en la universidad y luego hicimos mucha amistad. Ahora es el rey Midas del guion. Es muy bueno, es el padre de muchas series como Bandolera , Amar es siempre y ahora Saber y proteger. Me hace mucha ilusión trabajar con él en teatro porque el texto es un regalo para un actor. Hacer de Toni es como que te den un patinete que puede volar. El texto es un mecanismo de relojería del humor. Es un coco. Para acabar de descubrir la obra tienes que interpretarla y ver cómo funcionan las cosas, es pura magia.

Usted es actor pero también productor. ¿Cuál es el panorama actual del teatro?

En estos momentos no produzco porque no tengo tiempo, pero creo que vivimos un momento en el que vamos a ir a mejor. El IVA ha bajado y si al dueño del teatro le va mejor pues a todos nos irá mejor. Es un momento muy bueno. El jueves de la semana pasada fue emocionante ver a todo el hemiciclo votando a favor del nuevo Estatuto del Actor, soy de la comitiva de la Unión de Actores y fue muy emotivo. Es un momento de pelearse con la palabra y llegar a acuerdos, y es muy importante que todos los partidos hayan entendido de que no podíamos seguir con las misma ley.

Las series se han convertido un poco en salvavidas de muchos actores. ¿Queda recorrido para este género?

Yo creo que es algo que ha llegado para quedarse. Y las series españolas se están vendiendo mucho fuera, están triunfando. El barco en Rusia tuvo un éxito terrible y compraron los derechos y hasta los decorados. En Uruguay están emitiendo ahora Servir y proteger . Por ahí hay una esperanza, pero debería coordinarse más. Hay un momento de mucho cambio y todo se tiene que acabar de acoplar y entender.

¿Y el cine no llama a su puerta?

He participado en alguna películas hace tiempo, pero está ahí ya. Este año creo que va a ser el año del cine también.

Hemos llegado hasta aquí y no le he preguntado por Verano azul

No importa, a mí me sale de forma natural, es parte de mi vida. No tengo ningún problema.

Sábado 22 / domingo 23, a las 18 horas.

Entradas: 14, 18 y 25 euros.