Está basada en hechos reales, concretamente en los terribles disturbios raciales sucedidos en Los Angeles en 1992, a raíz de la absolución de varios policías implicados en la paliza al taxista Rodney King. En medio del caos, Olli, uno de los pocos residentes blancos que vive en South Central, ayudará a su vecina y madre divorciada a encontrar y proteger a sus hijos en una ciudad que clama venganza. Es el segundo largometraje de la directora turca Deniz Ganze Erguven tras Mustang, que la consagró internacionalmente tras su enorme éxito en Cannes.

Preguntada por el origen de la película, Ganze Erguven, afirmó que todo comenzó con los disturbios de 2005 en Francia. «Me sentí intrigada -afirmó- por lo que estaba pasando. Y tuve la sensación de comprender, al menos de reconocer, lo que se estaba materializando a través de estos disturbios. Me sentí muy incómoda en ese momento en Francia. Llegué a París cuando apenas tenía seis meses y he vivido allí casi toda mi vida. Pero todavía no era francesa, me acababan de negar la ciudadanía por segunda vez y no sabía si podría quedarme en Francia. En estos disturbios, pude ver algo que conocía muy bien. Este sentimiento de ser rechazado por un país que amamos profundamente, incluso si lo que pasó entonces fueron enfrentamientos con la policía y persecuciones, no es así como yo actuaría».

«Con el tiempo conocí a una mujer que me habló sobre los disturbios en Los Ángeles. Tenía fijadas en la cabeza imágenes de mis años de adolescencia, Rodney King, Reginald Denny. Aunque los disturbios de 1992 de Los Ángeles ocurrieron en una escala radicalmente diferente, son los mismos síntomas de angustia emocional que ha alcanzado un nivel extremo».