Tengo dudas sobre si el misterioso C. G. era la Condesa de Gasparin o el Conde de Grandeffe. Lo digo porque rebuscando en la biblioteca de Bodegas Monóvar me encuentro con un libro fascinante de este autor que se llama Noveau Guide en Espagne publicado en París por Napoléon Chaix en 1864. La coincidencia en el tiempo y el estilo es total.

Arthur Armand Raoul de Guilloteau, Conde de Grandeffe (Paris 1832- 1900) fue un abogado, coleccionista, héroe militar, heraldista, escritor y periodista francés que vivió en Roma y varios años en España publicando muchos libros y artículos.

En esta guía para viajeros por España, Grandeffe describe con interés muchos pueblos de la provincia, Monóvar, Novelda, Aspe, Monforte y especialmente Xixona, donde se para a contemplar el paisaje y hace hincapié por supuesto en el turrón, el gran aliado del Fondillón durante siglos. Si me preguntan cuándo y con qué se toma el Fondillón, siempre digo que su gran momento es la nochebuena, después de cenar, con un buen trozo de turrón y alternativamente también en el aperitivo con queso azul y hueva de atún.

El texto del Conde es más largo, pero reproduzco aquí un extracto precioso de lo que el viajero francés vió y sintió cuando descendió desde Alcoy hacia Alicante por la Carrasqueta y Mutxamel.

Podemos ver a lo lejos, como en un solo cuadro, el mediterráneo y la villa de Alicante en medio de una vasta planicie inculta y árida pero verdaderamente pintoresca...

Jijona es una pequeña villa dominada por una colina coronada con un viejo castillo moro. Los habitantes del lugar basan su industria solamente en hacer los famosos nougats llamados allí Torrones y de los cuales hay un gran consumo en Madrid el día de Navidad. También hay algunas confituras bastante famosas. Encontramos en sus laderas el famoso vino de Alicante. Pasamos el riachuelo de Jijona en un lugar llamado el Molino del Medio y luego atravesamos el pueblo del Palamó.