Esta es una película, según sus responsables, llena de humor, de ironía y de ternura; una película familiar y con unos valores sociales muy importantes: es el viaje de un hombre del egoísmo a la solidaridad y la integridad; y es, también, el encuentro definitivo de un padre y un hijo que se quieren y se apoyan desde el humor y la ternura. Además, el tono de comedia inteligente que se ha pretendido dar permite que todos estos mensajes se fijen sin recurrir a la moralina ni a la tesis.

El protagonista es Curro, un fantasioso vendedor de robots de cocina que sueña con un trabajo en el mundo financiero. En plena crisis de pareja y con fuertes deudas hace una promesa que no puede cumplir: si su hijo Nico de 9 años saca todo sobresalientes, le llevará a unas vacaciones de verano inolvidables. El niño lo consigue y padre e hijo emprenden un viaje que les llevará a conocer gente y vivir situaciones que jamás hubiesen imaginado y que cambiarán sus vidas.

Es el tercer largometraje del director catalán Dani de la Orden, que debutó en 2013 con Barcelona, nit d'estiu y que realizó sucesivamente Barcelona, nit d'hivern en 2015 y El pregón en 2016, título este último que le ha abierto el camino a un cine de amplia base comercial. Con un reparto encabezado por Leo Harlem, la cinta defiende que la paternidad ha cambiado mucho en los últimos tiempos, aunque sostiene que hay dos pilares inamovibles. La primera, que los padres saben más por viejos que por padres y no pueden evitar soltarles a sus hijos esa frase que todos hemos odiado y todos hemos dicho: «¡Te lo dije?! Te dije que pasaría esto, pero como no escuchas?».

La segunda que no hay nada como la relación entre un padre y un hijo. Nada que un padre (o una madre) no esté dispuesto a hacer por sus hijos. Eso y que todo se vive mejor con humor.

El mejor verano de mi vida se jacta de ser una película que aborda los grandes temas de la sociedad actual: el individualismo vs el compromiso, el egoísmo vs la familia, lo intangible vs lo material, la honestidad de quién soy vs las apariencias, la educación de los hijos (desde el ejemplo, desde el respeto, desde la verdad?), la asunción de responsabilidades, el amor verdadero (decir y demostrar que quieres aunque te digan que no).