A estas alturas de tu existencia sabrás de sobra lo que es el contouring y la revolución que ha supuesto en el mundo de maquillaje, pero sí no es así yo te lo cuento. Todo empezó con Kim Kardashian, y ese rostro de estrella de Hollywood con el que siempre hace sus apariciones a golpe de maquillaje esculpido, todo un juego de luces y sombras gracias a la mezcla de bases muy oscuras conjugadas con iluminadores que transforman su rostro, destacando lo que importa y dejando en la oscuridad lo que menos interesa. Un truco de maquillador profesional que gracias a los innumerables tutoriales de Youtube podemos dominar a la perfección, por lo tanto ¿por qué no aplicarlo a la decoración de casa? Es decir, elaborar una lista de trucos de «efecto óptico» que transformen favoreciendo los espacios… ¡Hecho! Aquí tenéis mis «trucos» de interiorista:

1. Crear profundidades, y nada mejor que un papel pintado para conseguirlo, como por ejemplo, simular un jardín detrás de la pared de la cama o una frondosa selva de palmeras en pleno salón. Será muy fácil conseguir ese efecto y quedará precioso.

2. Apertura de espacios, y es que no hay nada más efectivo para cambiar la óptica de un espacio que eliminando tabiques. Anímate al fin y une el salón con la cocina por ejemplo, deja de esta manera dejar pasar la luz a los rincones más oscuros. Pero si no te atreves a unirlos al 100%, sepáralos con una elegante vidriera francesa.

3. Mismo pavimento en toda la casa hace que parezca más grande, evita «parchear» con distintos suelos. Huye de las juntas entre baldosas todo lo que puedas y pon formatos grandes, o mejor opta por un suelo continuo como el microcemento para dar una base homogénea. Esta regla sirve en general para todos los materiales, mezcla los menos posibles en tu vivienda y parecerá tu casa un poquito más grande y despejada.

4. Espejos, el viejo truco que sigue funcionando por los siglos de los siglos. No te cortes y hazte con uno de XXL por ejemplo para el salón o el vestidor, o forra todo un frente de armarios con este material y multiplica el espacio por mil ¡Nunca falla!.

5. Pintar paredes y techo del mismo color, sí ya lo sé, me cuesta un montón quitaros de la cabeza lo de pintar el techo blanco, pero cuando veáis el resultado os olvidaréis de la fórmula anterior. Si pintáis toda la estancia del mismo color, generalmente suave, creara un «efecto bombonera» precioso, haciendo rebotar la luz por todos lados.

6. Rodapié siempre blanco y nunca del misma material que el pavimento que ya pasó a la historia. Los rodapié del mismo material que el suelo marcan sin necesidad los perímetros y acortan visualmente la altura de los tabiques, opta mejor por un dulce rodapié lacado en blanco.

7. Colores claros por todas partes, en mobiliario, materiales y suelos, pero si no cuentas con un suelo claro soluciónalo con alfombras, y en las paredes textiles como cortines que dejaran pasar la luz tan necesaria.

8. Puertas correderas que desaparecen, y solo aparecen cuando se las necesitan sin acortar los espacios cuando no es obligatorio. Para conseguirlo, lo mejor es que sean hasta el techo y totalmente ocultas entre las paredes, además prescinde de los marcos que nos hagan adivinar que ahí hay una puerta, lo mejor en este caso es jugar al despiste.

9. Contrastar oscuros con claros amplia metros visualmente, por ejemplo, pintando la pared del cabecero del dormitorio más oscuro que el resto de la habitación o cualquier otra pared que sea protagonista. Elige tonos tostados, gris antracita y hasta negro, todo es posible en su justa medida siempre.

10. Iluminación indirecta en el interior de muebles como las vitrinas decorativas, en foseados creados en el techo como en un largo pasillo, o un falso lucernario en la caja de escaleras que nos hagan creer que entra la luz natural por todas partes, el resultado es realmente mágico y fácil de ejecutar ¡Plantéatelo!