Es solo el segundo largometraje para la gran pantalla de la directora suiza Petra Biondina Volpe, tras Traumland en 2013 que le dio a conocer en el plano internacional y se alzó en el Festival de Tribeca con tres premios, incluido el del público y el Nora Ephron, este último, según el jurado, «por su intépida y compasiva narrativa, su preciosa fotografía (dirigida por una mujer), la compleja caracterización de la experiencia femenina y la navegación sin fisuras entre la comedia y el drama».

La cinta se sitúa en la Confederación Helvética en 1971, cuando las mujeres todavía no podían votar en Suiza. Nora es una joven ama de casa y madre de dos hijos, vive en un pintoresco pueblo pequeño. Es una persona tranquila que cuenta con la simpatía de todo el pueblo. Cuando su marido le prohíbe aceptar un trabajo a tiempo parcial, la frustración la lleva a convertirse en el paradigma del movimiento sufragista de su ciudad. Su nueva fama conlleva humillación, amenazas y el posible fin de su matrimonio, pero ella se niega a dar marcha atrás y convence a las mujeres del pueblo para ir a la huelga.